El balance nacional de este colectivo viene a certificar lo que ya habían avanzado los expertos reunidos en el Congreso mundial de esquí celebrado en Andorra: las estaciones están sufriendo un proceso de saturación que va a obligar a buscar nuevos modelos de desarrollo alternativo.
La asociación que agrupa a 35 complejos invernales en España, acaba de hacer público el balance de la temporada 2004-2005. Los datos confirman un estancamiento en los índices de asistencia a unas instalaciones que, entre noviembre y abril, recibieron 6.254.715 visitas, lo que supone un muy discreto incremento con respecto a la campaña anterior, cuando se registraron 6.253.300 usuarios. En cambio, el número de jornadas de esquí se redujo de las 5.637.013 de la temporada 2003-2004 a las 5.250.613 contabilizadas a lo largo de la que concluyó hace algo más de un mes.
Pese a que a escala nacional la campaña ha sido calificada por los responsables de la asociación de «irregular», para las estaciones de esquí de la Cordillera ha sido histórica. Tanto Pajares como San Isidro, Leitariegos y Alto Campoo han logrado batir sus propios récords de usuarios con unos espesores de nieve que estuvieron por encima de la media del país durante la mayor parte de la temporada. Además, las bajas temperaturas permitieron una apreciable producción de innivación artificial.
La temporada en la Cordillera se saldó con algo más de medio millón de forfaits vendidos. El dato certifica que estaciones del Noroeste han atraído aproximadamente a un 10% del total de esquiadores que se han acercado a los complejos invernales de España.
Pese a que los datos nacionales confirman esa cierta saturación de las estaciones de esquí que ya apuntaron los expertos reunidos en el reciente Congreso mundial de Andorra, los buenos resultados particulares de la temporada en la Cordillera animan importantísimas inversiones en las estaciones del Noroeste con vistas a la próxima campaña. Incluso hay proyectos para construir dos nuevos complejos: el de Fuentes de Invierno, en la vertiente allerana de San Isidro, y el del puerto de San Glorio, entre Palencia, Cantabria y León.
De vuelta al ámbito nacional, los responsables de la asociación destacan el hecho de que la 2004-2005 ha sido una campaña «muy irregular» en lo referente a la meteorología. Así, a lo largo de la temporada se registraron precipitaciones alternas en la mayoría de los sistemas montañosos peninsulares. Las nevadas de comienzo de temporada no se produjeron con carácter general, lo impidió una apertura de todas las estaciones a la par.
Meses después, casi a mediados de campaña, ya se registraron importantes precipitaciones de nieve en la inmensa mayoría de las estaciones, lo que ayudó a mejorar en buena medida la situación general. Por todo ello, se destaca que, finalmente, se pudieron lograr unos buenos registros de ocupación tanto durante el puente de la Constitución como en Navidad o en las vacaciones de Semana Santa.
La campaña 2004-2005 se inició el 26 de noviembre de 2004, con la apertura para la práctica del esquí de las instalaciones de la estación de La Molina, en Girona, y concluyó el pasado 26 de abril, cuando la dirección de Valgrande-Pajares decretó el cierre del complejo. La media nacional de días de apertura de las estaciones de esquí durante la última campaña ha sido de 103. El 77% de los complejos, entre ellos el de Valgrande-Pajares, superó el centenar de jornadas de esquí. El complejo que más días abrió lo hizo 142; y el que menos, 58. Para uso exclusivamente turístico se han registrado 91 jornadas de apertura.
Sierra Nevada ha sido de nuevo la estación con más usuaria. Las de la Cordillera se mantienen entre la «clase media».
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