Los delegados de la CIG en la empresa aseguraban que la dirección gestionaba mal la estación para «poder vendela por catro duros ós seus amigos».
El presidente de la sociedad gestora de Manzaneda responde de este modo por primera vez a las acusaciones del sindicato nacionalista, que nunca había llegado a valorar. Ahora Amieiro asegura que el conflicto con la CIG tiene origen en los problemas personales surgidos entre él y uno de los delegados, Domingo Domínguez, a raíz de colocar a éste como jefe de hostelería y dejar después del cargo. Amieiro explica que al crear ese puesto buscaba intensificar la vigilancia de los trabajadores pero que estos «no se querían sentir controlados».
Regulación de empleo
Los problemas se agudizaron al presentarse ese empleado a las elecciones sindicales y, sobre todo, con la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo que no aceptaron los delegados. Amieiro explica que es algo «que se hacía desde hace quince años, con lo cual yo iba a hacer lo mismo, aunque había conseguido que la estación trabajase cuatro meses más que antes».
El expediente de regulación de empleo llegó a instancias de la Consellería de Relacións Laborais, que lo denegó exclusivamente por razones de forma según asegura Amieiro. Meisa debía aportar los balances económicos de los últimos años y lo hizo, pero sin que estos estuviesen compulsados.
El desacuerdo que Amieiro asegura que existe entre el grueso de los trabajadores y los delegados podría traducirse en una convocatoria de elecciones sindicales para desplazar a los actuales representantes.
Inversiones
Amieiro niega tajantemente la posibilidad de que la dirección tenga intenciones de cerrar la estación de Manzaneda y fundamenta tal aseveración en las inversiones previstas. El presidente indica que «este año tenemos en marcha una inversión de 1.050.000 euros y eso facilitará la sustitución del telesquí de Fontefría».
Además están en plena actividad de equilibrado y ensanchado de pistas y piensan construir un asador. Meisa también prevé la puesta en marcha de un estudio para instalar la innivación artifical de cara al año que viene y para ello ya han comprado dos cañones especiales. «¿Cómo vamos a pensar cerrar con estas inversiones?», concluye el presidente.
La gestión de Amieiro también estaría respaldada, como él mismo asegura, por el hecho de que desde su llegada -hace ahora diez años- ha sido duplicada la plantilla al servicio de Meisa.
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