La directiva de Gecobesa siguen mirando el cielo a sabiendas de lo que supone la meteorología para el perfecto funcionamiento de la estación.
Las pistas El Canchal Negro y la Serenita se pusieron en marcha ayer pero, en el transcurso de la mañana, tuvo que ser cerrada está última hasta que la nieve pueda ser adecuada hoy por los empleados y máquinas de las pistas. La superficie de La Covatilla, con acceso desde el telesilla, también pudo ser abierta, todo con nieve artificial. Junto a la zona de debutantes, la superficie supera las dos hectáreas esquiables y la longitud se acerca a los tres kilómetros.
Para conseguir la apertura de estas nuevas pistas fue necesario que máquinas y trabajadores hayan estado trabajando durante 48 horas seguidas con la creación de nieve artificial. El director general de Gecobesa, Angel González Pieras, destacó la importancia de no haber abierto durante el puente de la Constitución, ya que la nieve caída entonces es ahora la base que asegurará la temporada.
BASE
"En una estación de esquí lo bueno es hacer una base sobre la que se trabajará con la nieve, sí no lo haces así te cargas la pista", aseguró el responsable, para dar a conocer el arduo proceso de preparación de la nieve.
González Pieras destacó también la importancia de una gran superficie esquiable, la pista de La Covatilla se caracteriza por su gran área en cortas distancias, algo que no sucede con otras estaciones. Las previsiones de la gestora, siempre dependiendo de las condiciones climatológicas, son las de incrementar el número de pistas, así como la longitud y superficie esquiable en el fin de semana. El director de Gecobesa destacó el trabajo del equipo de personas que han posibilitado la apertura de nuevas pistas. Trabajan en la estación 37 personas. La plantilla se irá incrementando hasta alcanzar los 72 empleados, cuando la estación esté al máximo.
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