Las posiciones favorables al proyecto que podría convertir esta montaña en una de las estaciones de esquí punteras de todo el territorio nacional, según las previsiones de la sociedad Tresprovincias -participada por capital palentino, cántabro y vasco-, se llevan sucediendo desde hace ya varios años.
Sin remontarnos demasiado atrás en el tiempo, encontramos que las futuribles pistas han suscitado reacciones encontradas en casi todos los niveles de la vida pública regional. Personajes como Rosa Cuesta, la actual portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Palencia, en enero del 2003, declaraba que la iniciativa sería «vital para Palencia por cuanto la vía de acceso a la futura estación de esquí discurriría por nuestra provincia desde Madrid»; Eduardo Alonso, presidente de la Asociación de Turismo de Riaño consideraba, por las mismas fechas, que Palencia «tendría mucho de que beneficiarse del complejo por su condición de nexo de comunicaciones».
Pocos meses más tarde, en noviembre de 2003, Roberto Arnaiz, el ingeniero de minas y padre de la criatura, fundamentó la viabalidad de una estación con «cotas esquiables entre los 1.550 y los 2.500 metros de altitud», y una «situación privilegiada en el tejido de comunicaciones» que resultará tras la construcción del TAV, «y la cercanía de varios aeropuertos».
Pero no todo eran alabanzas. en febrero de este año, Izquierda Unida, a través de los coordinadores de las provincias de León y Palencia, Germán Fernández y Mariano San Martin respectivamente, pusieron en duda la propuesta de Arnaiz, alegando que los verdaderos motivos que movían a la sociedad Tresprovincias eran «buscar ayudas públicas» para financiar «al cien por cien» las obras.
Los siguientes en pronunciarse fueron Javier García-Prieto, presidente de la Diputación de León, quien anunció «pasos certeros y rigurosos» para determinar la cuál sería la acción medioambiental más compatible para San Glorio. por su parte, Ángel Villalba, secretario general de los socialstas castellanos, consideró la actuación como «legítima».
El Consistorio cerverano ha habido siempre una actitud firmemente favorable a la creación de la estación que supondría, según los estudios previos, la creación 150 puestos directos y otros 1.500 indirectos en el área de Cervera y Guardo. Esta actitud se puso de manifiesto el pasado día 3 de agosto cuando el Pleno del Ayuntamiento aprobó una moción favorable a la modificación de un punto del estatuto de regulación del Parque Natural de Fuente Cobre para, «desde el respeto», poder acometer las obras necesarias que conviertan este antiguo proyecto en una realidad.
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