El Ayuntamiento de Lena ha reservado 10.000 m2 de suelo en el Brañillín para ampliar la oferta residencial y hotelera de la estación de esquí. La tramitación administrativa sigue los mismos pasos que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del concejo, que está sólo pendiente de que se estudien las alegaciones. El gobierno local quiere tener a punto el expediente en el menor plazo posible, por si algún particular o empresa hotelera se decide a invertir en este espacio, interés que manifestó hace más de un año una gran cadena hotelera y cuya oferta no cuajó por no contar este enclave con la calificación urbanística correspondiente.
Este suelo está dividido en dos parcelas. La más importante, de 6.000 m2, está ubicada dentro de la propia estación, entre el albergue de Toribión de Llanos y el edificio del Sellón, uno de los equipamientos residenciales más importantes del Brañillín. Según las perspectivas iniciales, esta parcela tendría capacidad al menos para dos bloques de viviendas. Actualmente está sin edificar.
El otro espacio, de 4.000 metros cuadrados, tendrá uso para equipamientos y servicios terciarios, entre los que tendrán cabida las instalaciones comerciales, actividades complementarias de montaña, naturaleza y ocio y los equipamientos para aprés-ski, es decir, locales de ocio para los usuarios tras practicar este deporte en las pistas. Esta parcela está ubicada cerca del aparcamiento principal y cuenta con un monumento en homenaje a Chus Valgrande, el precursor de la estación.
Esta urbanización está prevista dentro del plan especial de Pajares, que el Ayuntamiento decidió elaborar coincidiendo con el PGOU para reordenar la estación de esquí. El documento prevé también una regulación integral de las pistas por si se decide ampliar el área de nieve artificial, ya que la zona tiene un uso especial para la ganadería. El objetivo es evitar impactos en la naturaleza.
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