La bajada de las temperaturas y los fuertes vientos que soplan estos días no parecen corresponder con la llegada de la primavera en las comarcas de Lleida, donde la zona de los Pirineos parece estar inmersa en los meses de invierno.
El norte del Pirineo, ayer, amaneció nevado y las localidades de esta zona acumularon considerables grosores de nieve teniendo en cuenta la estación del año en la que estamos.
La capital del Sobirà, acumuló hasta 10 centímetros de nieve y otros pueblos como Llessui, Tavascan o Espot alcanzaron los 20 centímetros. El refugio de montaña de La Pleta, en Tavascan, alcanzó los 60 centímetros.
Por otra parte, las ráfagas de viento obligaron a cerrar el tráfico a la carretera C-28, en el Port de la Bonaigua.
Las cotas más altas de l'Alta Ribagorça registraron ayer una nevada de entre 30 y 50 centímetros de espesor desde la madrugada hasta el mediodía en que la nieve dejó paso a fuertes ráfagas de viento y se llevó gran parte de la nieve caída durante las últimas horas.
Donde los espesores y las temperaturas recordaron más al frío invierno fue en la Vall de Boí. En esta zona los accesos a las pistas de esquí de Boí-Taüll presentaban problemas, así como en los accesos al túnel de Vielha donde la ventisca fue más intensa.
Otras comarcas leridanas que también se vieron afectadas por el viento fueron l’Alt Urgell, Val d’Aran y Pallars Sobirà.
Cortes en las carreteras
Durante las primeras horas de la mañana las principales carreteras de la Val d’Aran sufrieron algunas restricciones de tráfico a causa de las nevadas que se produjeron en el tercio norte de los Pirineos.
Una de las vías más afectadas fue la C-28, donde la nieve obligó a cortar en ambos sentidos el tramo correspondiente al Port de la Bonaigua. También fue necesario el uso obligatorio de cadenas para circular por la C-142b de acceso al Pla de Beret.
Los conductores que circulaban por la Nacional-230 también estaban obligados a utilizar cadenas en el tramo del municipio de Vielha, desde el punto kilométrico 131 hasta el 163.
Además de las carreteras de la Val d’Aran, los vehículos que circulaban por la L-500, carretera de acceso a la Vall de Boí, necesitaron cadenas entre los puntos kilométricos 11,5 y 20 de esta vía.
A primera hora de la mañana Protección Civil ya alertó a nueve comunidades autónomas, entre ellas Catalunya, del riesgo de nevadas y fuertes vientos. En el caso de las Terres de Ponent se esperaban nevadas de hasta 10 centímetros en cotas de 800 metros en el Pirineo y vientos de hasta 80 kilómetros por hora. A última hora de la tarde se desactivó la alerta en Catalunya.
Las precipitaciones benefician a las estaciones de esquí
Los mayores beneficiarios de estas precipitaciones en forma de nieve han sido para las estaciones de esquí, en especial las que están situadas más al norte, donde la nieve ha pasado a nieve-polvo.
Éstas acumularon entre 25 y 60 centímetros de nieve nueva, aspecto que permitirá a las pistas de esquí poder afrontar lo que queda de campaña y especialmente el próximo puente de Semana Santa con garantías y asegurando a los amantes del deporte blanco buena calidad de nieve y grosores considerables.
Las estaciones del Sobirà, Port Ainé y Espot Esquí acumularon entre 25 y 30 centímetros de nieve y la de Baqueira Beret superó los 60 centímetros de nieve nueva.
En este sentido, el responsable de Port Ainé, Josep Miquel Messegué, explicó que las precipitaciones permitieron recuperar el ambiente de nieve y mejorar la calidad de la misma.
Por su parte, el director del Patronat de Turisme de la Diputació de Lleida, Xavier Moncayo, manifestó que el cambio de tiempo “es bueno para la Semana Santa”, cuando la mayoría de los complejos invernales aprovechan para cerrar la temporada. De cara a los próximos días festivos, las estaciones de esquí del Pirineo de Lleida esperan vender unos 80.000 forfaits, cifra que se acerca al 10% del total de la temporada, según explicó Moncayo.
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