Los montañeros palentinos, tras conocer la noticia del proyecto de una estación en San Glorio, lo que hace más de 10 años se denominó Esla 2000, consideran que «de continuar en esta línea, dentro de poco quedarán pequeñas islas de belleza salvaje en lugares catalogados como parques o reservas, donde casi todo está prohibido. El resto estará urbanizado, recorrido por kilómetros de pistas y jalonadas por toneladas de cables y torres de acero, que nos permitirán deslizarnos por la nieve durante tres meses al año en el mejor de los casos».
Tente Lagunilla y Ángel Villán , después de poner en duda que la presumible futura estación de esquí de San Glorio estuviera en el ranking entre las seis mejores de España, sostienen que sería «un error» pensar que el paso de los madrileños por la provincia camino de las pistas significaría un relanzamiento para el norte palentino.
Subrayan que mientras Candanchú y Astún dan vida a Jaca con una oferta turística durante todo el año y con buenas carreteras, «las localidades palentinas más próximas a San Glorio, Guardo y Velilla se encuentran a unos 50 kilómetros por carretera de montaña, atravesando el puerto de Las Portillas y el de Picones hasta Boca Huérgano para después de sortear innumerables curvas para subir finalmente al puerto de San Glorio».
«El esquiador madrileño tipo seguramente prefiera el Pirineo o Sierra Nevada, un poco más alejadas pero con mejores accesos y una reputación que ya no tienen que ganarse», recuerdan los montañeros, que añaden: «Hasta ahora podíamos pensar que Castilla y León fomentaba otro tipo de turismo....El paraíso del turismo de interior que prefiere la calidad frente a las aglomeraciones, especulaciones y macro infreaestructuras que exigiría una de las, dudosamente, seis mejores estaciones de esquí de España».Entienden que la comarca de Riaño «puede quejarse por la mala situación económica, pero no se pueden enmendar errores cometiendo otros.»
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