
El fuego, del que aún se investigan las causas, comenzó pasada la medianoche y sólo una hora después se había hecho dueño absoluto del edificio. Los avisos llegaron por parte del vecino Albergue Universitario y de los guardas jurados de Cetursa.
Sólo el edificio
Tras la voz de alarma, acudieron a Pradollano agentes de la Guardia Civil de La Zubia, ocho bomberos del Parque Sur de Granada, voluntarios de Protección Civil de Monachil y Policía Local de esta localidad. También se acercó al lugar un equipo del Infoca, que finalmente no tuvo que participar puesto que las llamas se circunscribían al edificio y no llegaron a afectar al terreno de alrededor.
La noche fue larga para bomberos, policías y voluntarios, que lucharon contra un fuego que se extendió rápidamente por el viento que hacía en la zona y que corría en el interior del edificio, que tenía buena parte de las ventanas rotas. La madera que recubría todo el interior también favoreció que las llamas hicieran imposible la entrada.
Los ocho especialistas en extinción sólo pudieron atacar el fuego desde el exterior, controlando el perímetro del parador, ya que los primeros minutos del incendio habían provocado ya el derrumbe de parte del tejado y existía riesgo de que volviera a reproducirse.
Alrededor de las cuatro de la mañana se dio por controlado el fuego, aunque los bomberos no comenzaron a retirarse de la zona hasta las seis y los voluntarios de Protección Civil se quedaron toda la noche.
«El incendio fue grandísimo, en pocos minutos estaba en todo el edificio, que es enorme», explicaba un portavoz de la Policía Local de Monachil, que había colaborado en las labores de extinción. Una vez controlado el fuego, el edificio continuó humeando durante buena parte de la mañana y los voluntarios de Protección Civil se quedaron en la zona balizando los alrededores para que nadie pudiera adentrarse de nuevo en el inmueble.
Sin luz ni agua
Además, los rescoldos que aún quedaban en el interior hicieron imposible que la policía científica de la Guardia Civil pudiera hacer una inspección ocular para tratar de determinar las causas del fuego.
El Parador Nacional permanecía abandonado desde hacía casi una década, pero según han precisado tanto Protección Civil, como Guardia Civil y Policía Local, era fácil el acceso, algo que habrían aprovechado transeúntes y 'okupas' para pasar allí la noche. De hecho, durante la extinción del incendio se escuchó una detonación provocada por la explosión de una bombona de butano que habrían abandonado allí algunos de sus ocupantes de los últimos tiempos.
El edificio no contaba con agua corriente, ni suministro eléctrico y tampoco tenía combustible en las calderas, por lo que no pudo tratarse de un fallo en las instalaciones. Además, según han precisado los servicios que trabajaron en la zona, desde la temporada de esquí no vivía nadie allí, a excepción de unos animales que un vecino guardaba en el edificio, uno de los cuales, un caballo, pereció en el incendio.
Sospechas
Todo esto, unido al hecho de que el fuego se desatara a medianoche, cuando no había nadie en el lugar, hacen sospechar que pudiera ser intencionado. También se sospecha de una negligencia de los transeúntes que hacían uso del edificio, en el que habían abandonado colchones y otros enseres. Una vez que se apaguen definitivamente los rescoldos que ayer mantenían a muy alta temperatura el edificio, la policía científica de Guardia Civil entrará para investigar el siniestro.