Desafiando al frío
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Estoy en Boí Taüll. Parece que soy de los pocos que ha desafiado el frío, ya que en todo el camino desde Barcelona, sólo he encontrado un coche con esquís. Y aquí arriba no hay casi nadie. Por no haber, no hay ni nieve, aunque otra cosa es en la estación, donde los cañones han trabajado sin parar.