En el mundo de la competición, sobretodo en pruebas de velocidad, la aerodinámica es muy importante. Y llevar un buen mono puede ayudar cuando las diferencias son mínimas.
Hoy os cuento unas cuantas cosas acerca de este mundo, que es más interesante de lo que pueda parecer a priori.
Para empezar, todos los monos, a partir de cierto nivel, deben pasar la certificación FIS, que implica básicamente lo siguiente:
1. El mono debe ser de material textil, no puede ser plástico. Los monos plástificados se llevan en pruebas de KL. Ayudan a ir más deprisa pero no frenan en contacto con a nieve, así que si te caes...
2. Permeabiidad al aire. La permeabilidad mínima aceptada es de 30l/m2s, y contra este hecho poco se puede hacer para que un traje sea más rápido. Cuanto más aire pase, más frena.
3. No están permitidos pliegues ni añadidos a la superficie. Esta última norma salió para combatir al mítico traje Speedwyre de Spyder que conseguía reducir la resistencia aerodinámica hasta en un 40%.
Pues bien, a partir de aquí apareren una serie de datos que he leído sobre los trajes Spyder que me resultan muy curiosos:
El color está relacionado con la velocidad
En función del color, se require más o menos tinta, lo que afecta a la permeabilidad cuando se estira. Cuanta más tinta, más permeabilidad. El blanco no lleva tinta, por lo que es perfecto para este fin. El azul sería el peor. Seguramente el grado de afectación será mínimo, pero es lo que dice la teoría y casualmente Lindsey Vonn lleva trajes blancos desde hace algunas temporadas.
Lindsey de blanco, durante las pruebas de la pasada temporada en Andorra
Cada centésima cuenta
O como se conoce en el mundillo, "hundies matter", una frase que se puede leer en algunas prendas. Para ello, se prueban los trajes en el túnel del viento, pero el clima en el que se practica este deporte es caprichoso y a veces lo que parece que es muy rápido en el laboratorio no lo es bajando una pista de descenso, por lo que hay que seguir haciendo pruebas.
Trajes a medida en la Copa del Mundo
Se toman medidas de los mejores corredores y sus trajes se hacen a medida, como si estuviéramos en la mismísima Anderson&Sheppard de Savile Row. Porque la comodidad y el buen ajuste son básicos para un mayor rendimiento.
Los corredores son diseñadores
Algunos corredores participan en los diseños de sus trajes. De hecho, por ejemplo, corredoras como Lindsey Vonn o Julia Mancuso reciben tres diseños de trajes cada año, que se les envían para que aporten su grano de arena y hagan los cambios que más les gusten. En cuanto a ellos, la cosa va de otro modo, pero también es un corredor el que lidera la parte de los diseños de todos los demás.
En el caso de Larisa Yurkiw, excorredora canadiense, era su hermano, que era creativo, el que aportava diseños para sus trajes.
Los trajes son impresos y testados en Europa
El tejido de los trajes proviene de una fábrica textil suizo-alemana, donde Spyder compra el material. Una vez tienen el material, hay que enviarlo para que la FIS dé el visto bueno y lo apruebe, para después enviarlo a la fábrica que imprime, corta y "monta" los trajes.
No deja de ser curioso tener que añadir un paso a la cadena para que la FIS apruebe el tejido... Es una manera más de encarecer el producto innecesariamente.
El sello de aluminio tiene los días contados
El sello que garantiza la permeabilidad y que suele llevarse en la parte baja de la pierna desaparecerá en los próximos años. De hecho, en 2018 ya no se podrán llevar trajes con este sello.
A partir de ahora ya es válido usar el sello que garantiza que el traje cumple con la normativa FIS de porosidad y será éste el único que se aceptará a partir de 2018.
Los trajes tienen un lado bueno
El diseño de los trajes hace que quede mejor cuando se fotografía de una manera o otra, porque están pensados para que resalten dibujos en posiciones en las que habitualmente se hacen las fotos.
Y como no tienen dibujos simétricos, resulta que los trajes son como Julio Iglesias, tienen su lado bueno. Por tanto, las fotos siempre por el mismo lado, por favor.
Y nada, como le digo a cualquiera que me pregunta, si tienes la ocasión, deja la vergüenza en casa y enfúndate un mono. Descubrirás unas sensaciones muy interesantes.