El verano es un buen momento para revisar el material que tenemos en casa y pensar qué elementos se han quedado viejos o qué nos gustaría incorporar.
En mi caso, tras dos años bastante malos, creo que este año tiene que ser el que podamos pillar unos buenos paquetes. Hace tiempo, desde que estuve en La Grave, que le doy vueltas a unos esquís anchos de verdad para esos días míticos, que por desgracia son muy pocos. Es algo que está ahí y quién sabe, quizás este es el año. Lo añado a mi lista. El resto de esquís todavía aguanta el tipo en condiciones.
En fin, seguiremos pensando, que mientras, los días van pasando. Un día ya lo he dedicado a probar botas a los peques y, como cada año, habrá que pasar por caja. ¡Cómo crecen!