El plan consiste en quedar un sábado a las 7 de la mañana, coger una avioneta y en unas tres horas aterrizar en el aeródromo de Courchevel para poder empezar a esquiar a primera hora. El domingo, tras la esquiada, se repite el plan pero a la inversa.
Es otro nivel. Al lado de esto, el Moët Winter Lounge de Baqueira se queda a la altura del betún.