Para las vacaciones de verano es obligado ir unos días a la playa, y cómo no soy muy amante de ella, éste año escogimos un destino que nos gustara a todos, un lugar que tuviera un poco de todo, el elegido fue Tenerife.
Un lugar que combina a la perfección los dos mundos, aunque la montaña no sea exactamente igual a la que estamos acostumbrados por estos lares.
Digamos que el viaje empieza muy bien, la primera película que ponen...


Creo que sabían que a bordo iba un nevasportiano, porque si tu destino es Tenerife, no es muy normal que te pongan un peliculón así, jajaja.
Después de unas breves horas en el avión, vislumbramos lo que sería una de las partes del viaje y la que nos centra en éste post.

Exactamente, el Teide, el pico más alto de España, con sus 3718m, casi un 4000 y lejos del viejo continente con sus grandes cordilleras.
Después de varios días visitando la isla, sus playas, montañas y parajes en general, tocaba ir a conocer el parque natural de dicha montaña, y a su vez, descubrir si realmente existe el Teide Ski Resort.
Empezamos el día realizando una pequeña ruta de las que hay señalizadas por todo el parque. La nuestra en concreto era la número 13 (suerte que no somos supersticiosos).
Dicha excursión empieza sobre los 1800m y culmina en los 2100m, transcurre entre bosques que se alzan en tierra volcánica y desiertos de lava.

Curiosa combinación, ¿verdad?

La verdad es que en estas laderas de piedra muy fina, sería una gozada realizar esquí de verano con unas tablas viejas.




Ésta foto me encanta ya que vemos un cráter partido por el que ha bajado un buen río de lava, con el Teide al fondo que parece que esté fumando.
Tras ésta pequeña excursión, ahora sí que tocaba ir hacia la base del teleférico para subir al punto más alto al que llega un remonte en España, a los 3555m.

Al llegar allí y ver el teleférico, mi cabeza pensó que estaba en los Alpes en lugar de Tenerife.

Con ésta infraestructura, seguro que más de uno habrá subido con los esquís y las botas a su cota alta después de una buena nevada, yo seguro que lo haría!!!
A lo que vamos, montarse en él da una sensación un tanto extraña, estamos subiendo a una cota muy elevada, algo que sólo solemos hacer en invierno y con nieve, y lo estamos haciendo en verano y en un lugar semi-tropical.
Cuando llegamos a lo alto, las vistas y el paisaje que nos rodea son simplemente espectaculares.




Viendo ésta última foto dan ganas de bajar por esa arenilla con las tablas en las piernas...
Nos quedamos con las ganas de poder subir al pico, pero cuándo nos dimos cuenta ya no quedaban plazas para acceder a él, dan sólo unas pocas al día y están muy solicitadas.
Tras éste post, a mi no me queda ninguna duda de que sí que puede existir el Teide Ski Resort, tanto con nieve o sin ella. Hay gente que sube con pieles cuándo ha caído una nevadita, pero, ¿no lo haríais vosotros accediendo por el teleférico? Y sin nieve también, con unas tablas viejas y a disfrutar de la bajada, que son 1200m de desnivel de descenso!!!