Nos situamos a los días previos del fin de temporada de casi todas las estaciones, pero cómo cada año, hay las típicas previsiones de nevadas de abril.
Sobre el 5-6 del citado mes, cuándo a casi todos nos invade un triste sentimiento de que esto ya se termina, mi teléfono empieza a recibir whatsapps de Jordi, Fernando y Jota (parte del grupo de SkiPowderLovers), avisándome de paquetón a la vista. ¿Qué hace uno en una situación así? Pues empezar a mirar partes de nieve por todos lados comprobando lo que me están diciendo y, sí, parece que tendremos unos días gloriosos...
Hacía varios días que me había roto la mano, de hecho, en la kdd ya la tenía rota pero no había ido al médico, no fuera a ser que me la enyesara y me prohibiera esquiar, jejeje. Pero no podía dejar escapar ésta ocasión, así que, ni corto ni perezoso, me pongo en contacto con Raúl, compañero inseparable de aventuras y, Xavi (forero leduen), que éste invierno se ha unido a nuestro grupito (para no irse, jajaja), y les pregunto que si se apuntan.
Su respuesta, ¿qué va a caer, cuándo, dónde?
Les digo, éste finde cierran todo, Masella y Arcalís quedaran abiertas y, el domingo va a caer una buena en Andorra...
Así pues, el lunes 9 de Abril, a las 8.30h de la mañana ya estábamos en el párquing de Ordino. El día no pintaba de solazo, al contrario, niebla, algo de nieve, pero nadie nos impediría disfrutar de los 30cm caídos hasta esa misma noche.
A las 9 en punto, estábamos subiendo ya por el telesilla y, cómo no, en un día de nevada, primera bajada sin calentar...
Así estuvimos esquiando un buen rato hasta que de golpe, al llegar a lo más alto del telesilla...
Efectivamente, nosotros éramos los chicos más felices del mundo esa mañana, pero qué queréis que os diga, cuándo el sol fundió las nubes y la niebla, ya os podéis imaginar el éxtasis que cubrió nuestras almas.
Teníamos delante varios pasteles que cortar en pedacitos, así que...
Muchas veces toca andar un poquito para llegar al paraíso...
Y fuimos pasando la mañana en un soñado patio de juegos, hasta que decidimos darnos una vuelta por los bosques de Arcalís.
Para los que no conozcáis este pequeño paraíso andorrano, a lo largo de la estación, hay distribuidas unas puertas cómo ésta, que son entradas a las zonas freeride controladas por la estación.
Que estén controladas no quiere decir que nos podamos meter tranquilamente. Siempre que salimos a los fuera pistas, hay que salir preparados con DVA, pala y sonda cómo mínimo, el peligro siempre está presente.
Deciros que en esa zona, la nieve era muy húmeda y pesada, y en las pendientes con buena inclinación, a nuestro paso iban cayendo purgas.
Después de varias rondas por el bosque, pensamos en volver a las amplias palas de la zona de Port de Rat.
El día era tan apetecible que hasta nos vinimos arriba...
Pero llegó un momento que, aunque la mente decía SIGUE, el cuerpo se manifestaba en forma de piernas muy cansadas, así que decidimos dar por finalizada la extraordinaria jornada en el precioso y acogedor Refugi de la Portella, comiendo algo e hidratándonos un poco.
Y por supuesto, no podía faltar la foto de grupo en el mismo Refugi.
No somos muy guapos pero nos lo pasamos de maravilla, juas juas.