Fue en 1954, hace setenta años, cuando La Molina ponía en marcha la telecabina de La Tosa. Fue el primer remonte de esta tipología en Catalunya.
Cuando los primeros esquiadores empezaron a deslizarse por La Molina, sobre todo en las zonas de Font Canaleta, la actual Pista Llarga y Costa Rasa, la cima de la Tosa (2.537 m) ya era un punto de referencia para los esquiadores. Si nos pudiéramos trasladar a aquellos años 30, 40 e inicios de los 50, posiblemente el objetivo de esquiar por las laderas de aquella montaña, y acceder con remontes, debían ser un motivo frecuente de charla entre aquellos primeros “molineros”.
Son suposiciones, claro, y lo cierto es que la integración de la montaña de la Tosa en el dominio esquiable de La Molina no llegaría hasta el año 1954, cuando empezó a funcionar la telecabina que llevaba el nombre de la montaña. Aunque ya estaba operativo en 1954, hace setenta años, la inauguración oficial se realizó el 4 de marzo de 1955.
Sin embargo, no llegaba a la misma cima de la Tosa, sino al Puig d'Alp, situado a 2.260 m de altitud, donde todavía hoy hay un viejo edificio almacén cerca de la base del telesquí Set Fonts.
Fue la primera telecabina que se instalaba en Catalunya. En diciembre de 1955 también se ponía en marcha el telesquí que permitía conectar fácilmente la estación superior de la telecabina hasta las proximidades de la Tosa.
1966, segundo tramo de la telecabina
El 10 de diciembre de 1966 se inauguraba el segundo tramo de la telecabina, que llegaría al mismo refugio Niu de l'Àliga, edificado ese mismo año. Desde entonces preside la cima, aunque situada a penas unos metros más al sur y sin sobrepasar en ningún caso la altura de la montaña.
Los dos tramos de la telecabina fueron construidos por la firma italiana Carlevaro. Previamente, para la gestión y construcción, en 1951 se fundó la empresa Rigat SA. Desgraciadamente, el 13 de enero de 1969, un accidente aconsejó cerrarla.
Con los años, los dos tramos de la telecabina fueron sometidos a diferentes transformaciones: el del Puig d'Alp fue transformado en "televent" (una especie de cabina sin techo) en 1975 y en telesilla alrededor de 1979. Y lo que era el tramo de la Tosa se convirtió en telesilla en 1976.
El viejo telesilla Puig d'Alp (desde el actual edificio Montana y hasta la estación intermedia del Puig d'Alp), y el telesilla de la Tosa (entre la intermedia del Puig d'Alp y el Niu de l'Àliga), fueron quedando obsoletos. Como instalaciones estuvieron operativas hasta 1994, momento en el que se cerraron y retiraron definitivamente.
Pero sería por poco tiempo. En 1999, se instalaba la nueva telecabina Alp 2500, con lo que La Molina volvía a quedar conectada con su vecina Masella. Con la conexión, nacía el dominio Alp 2500, que amplió y recuperó de nuevo el dominio esquiable hacia la montaña de la Tosa.
Más recientemente, en verano de 2019, se terminaron las obras del segundo tramo de la telecabina, que de nuevo conectaba La Molina hasta la misma cima, con una terminal de llegada al refugio-restaurante Niu de l'Àliga. Los dos tramos, de orientación diferente y conectados en la estación intermedia, pueden funcionar como una sola instalación o bien de forma independiente. Esto es especialmente importante en condiciones de meteorología o condiciones adversas.
La nueva instalación se rebautizó con el nombre de Alp-Cadí-Moixeró y dio servicio a la temporada de nieve 2019-20. Desde entonces, también ha estado en servicio todos los meses de los siguientes veranos, y con mucho éxito.
Hoy en día, la telecabina Alp-Cadí-Moixeró es, en la práctica, un remonte que permite llegar a uno de los mejores miradores del Pirineo y de la Catalunya Central, y es una puerta fácil y cómoda para llegar al parque natural del Cadí-Moixeró.
Además, con la telecabina se garantiza el doble acceso al dominio esquiable de La Molina y Masella, que suman 145 km y que se considera entre los 50 mejores dominios esquiables del mundo (acceso por parada intermedia en la cota 2.340 y acceso a la cima de la Tosa cota 2537). (Según el portal especializado en nieve SkiResort.info).
Pues bien, hasta aquí, la historia evolutiva de la telecabina que La Molina ha tenido en servicio desde 1954 y hasta nuestros días. Recordarlo en el inicio de este 2024, cuando se cumplen setenta años de la primera instalación, parece un momento propicio para volver a plantear que en un futuro, quizás no muy lejano, una nueva telecabina podría conectar la actual estación de tren de La Molina 1450 con la actual estación de esquí, en la cota 1.667.
Hace años que se habla de ello, y son muchos los medios de comunicación públicos y privados que se han hecho eco. Esta conexión histórica ya había sido posible entre los años 1948 y hasta mediados de los años 80 (mediante los telesillas Turó de la Perdiu y de la Estación, actualmente abandonados). Sería una muy buena noticia que se pudiera restablecer y que, en paralelo, se pudiera actualizar el servicio de tren de la línea Cercanías 3, entre L'Hospitalet de Llobregat y la Tor de Querol.
Como esquiador en invierno, y como practicante de senderismo y otros deportes de montaña en verano, deseo que en un futuro no lejano se pueda acceder en tren hasta La Molina 1450, y desde la estación de tren enlazar hasta la cima de la montaña de la Tosa con telecabina.
Siendo muy atrevido, os confieso que mi sueño final sería hacerlo, literalmente, con las botas de esquí calzadas desde mi casa en Puigcerdà.
Características técnicas telecabina:
Tramo 1:
Salida: 1.655 m
Llegada: 2.344 m
Largo: 2.800 m
Pilonas: 28
Velocidad máxima: 6 metros/segundo
Tipo cabina: 8 asientos
Fabricante: Doppelmayr
Tramo 2:
Salida: 2.344 m
Llegada: 2.520 m
Largo: 981 m
Pilonas: 9
Velocidad máxima: 6 metros/segundo
Tipo cabina: 8 asientos
Fabricante: Doppelmayr
Si os ha gustado la lectura de Setenta años del telecabina de La Molina puede que también interese la lectura de:
Os dejo con este vídeo-resumen (en catalán):