¿Os habéis fijado en la cara de felicidad de la gente cuando esquía?
Esas risas cómplices en la cola de los remontes, esas conversaciones relajadas en los bares, esas ganas de hacer el siguiente giro mejor que el anterior, esa curiosidad por el material que lleva el de al lado, esa media sonrisa cuando empieza a nevar...en fin, seguro que sabéis de lo que os hablo.
Y, os habéis fijado que todos esos "tics" de esquiador, son mas acusados a medida que te vas haciendo mayor.
Fijaros en los esquiadores/as de mas de 60 años, la mayoría ya han dejado atrás sus esquís de competición o freeride, sus botas de 140 de dureza, sus jornadas de esquí de mas de 5 horas, o la necesidad de esquiar rápido. Por el contrario, exhiben orgullosos los avances de sus nietos en el Jardín de nieve, manejan sus esquís polivalentes de gama alta como auténticos malabaristas, apenas caen, saben perfectamente a que hora hay que bajar por cada pista y como no, a que hora se está mas cómodo en cada bar de la estación, pero ante todo...TODOS llevan una sonrisa de oreja a oreja, ESQUIANDO SON FELICES, ESQUIANDO SE SIENTEN JOVENES.
Por otra parte, en esa misma franja de edad, muchos esquiadores desparecen del mapa, literalmente se esfuman, un día se quitan los esquís y nunca mas se los vuelven a calzar. Han esquiado durante una época de su vida, pero de repente...PUFFF, ya no vuelven a esquiar nunca mas.
Los que quedan en pistas, no muchos por desgracia, todos tienen un mismo patrón (al menos los que yo conozco)...y cuando hablo de patrón, habló de patrón vital, de estilo de vida, no solo como esquiadores. Son gente alegre, con múltiples aficiones (bici, golf, correr, esquiar), con muchos amigos, en ocasiones inconscientes, y con agendas repletas de actividades...en resumen, SON COMO NIÑOS. Y como buenos "niños", les gusta jugar, y el esquí, NO DEJA DE SER UN JUEGO, así que siguen esquiando.
Entonces es cuando aparece mi reflexión:
¿Esquiar nos mantiene jóvenes? o ¿tener un espíritu joven nos hace seguir esquiando?
¿y tu? ¿Sigues jugando?