Hace unos días hablábamos con nuestro buen amigo y colaborador Albert Vicent (Söll) sobre la magia de las Dolomitas, en el norte de Italia. Hoy dejaremos atrás los Alpes y viajermos un poco más arriba, hasta el corazón de la Sajonia alemana y los Montes Metalíferos (las Ore mountains en checo).
Gracias a mis suegros, hace unos años pude descubrir varias estaciones de esquí muy interesantes que se encuentran situadas a lo largo y ancho de los Montes Metalíferos, la cordillera que se extiende entre Alemania y la República Checa. Son estaciones que generan adicción debido a la majestuosidad de sus paisajes, al buen precio de sus forfaits, a la maravillosa cerveza Krusovice que vamos a encontrar, al agua mineral Mattoni y a los guisos y asados, donde destacan el pato y los codillos...
¿Cómo llegar?
Desde España recomiendo viajar hasta Praga, pues aunque Karlovy-Vary tiene un aeropuerto precioso, los billetes suelen ser más caros. Desde el aeropuerto de Praga tenemos un autobús hasta Karlovy Vary cada hora, siendo uno de los medios más cómodos y rápidos a la hora de viajar. Si alquilamos un vehículo en Praga, seguiremos la E48 hacia el E, llegando hasta Karlovy Vary (la antigua Karlsbad durante la época de máximo esplendor de Bohemia) en una hora aproximadamente. La República Checa posee auténticas maravillas a nivel de historia, arte, gastronomía y paisaje.
Karlovy Vary, famosa por sus balnearios, su festival de cine y por el funicular de Diana
Si tomamos la idílica población de los Sudetes como campo base, subiremos hacia el NE a través de E442, pasando por Ostrov y Jáchymov, para llegar a Bozí Dar, una pequeña estación de esquí que dejaremos a nuestra izquierda y Klinovec, otra maravilla de estación de la cual hablaré en breve. Dejaremos Klinovec y su torre a la derecha y llegaremos a la frontera con Alemania, frontera que cruzaremos para bajar unos metros hasta Kurort Oberwiesenthal, donde podemos aparcar muy cerca de la estación de ferrocarril.
Desde Alemania los aeropuertos más cercanos son los de Leipzig y Dresden, bajando hasta Chmmitz y Annaberg-Buchholz, una zona rica en baños termales (pero me quedo con Karlovy Vary).
El restaurante Capri, en el corazón de Karlovy Vary, es una auténtica institución.
Baki cuida muy bien a sus clientes, siendo muy exigente con la materia prima y la calidad.
Fue durante el invierno de 2006 cuando pisé por vez primera Karlovy Vary, uno de los grandes centros turísticos del oeste de la República Checa, ya sea debido a sus famosos balnearios o a la excelencia de sus hoteles y restaurantes. Es una zona un tanto desconocida para el turista, el esquiador y el viajero que llega desde del sur de Europa, siendo durante muchos años uno de los destinos vacaciones (durante todo el año) de rusos adinerados. Actualmente las cosas han cambiado bastante, y el turismo ha cambiado, siendo los alemanes y los checos los principales consumidores. Toda el área de influencia de Karlovy Vary suele quedar cubierta por la nieve una buena temporada en invierno, convirtiendo a las autopistas y carreteras checo-alemanas en un auténtico festival a nivel paisajístico, con neblinas, pueblecillos, castillos y bosques de cuento.
El castillo de Loket es una preciosidad. Situado a media hora de Karlovt Vary, Loket es una población de cuento, donde se rodaron escenas de Casino Royale (007) en 2006.
Recomiendo visitar la zona en invierno, cuando la nieve cubre valles cumbres pueblos y ciudades. En karlovy vary he vivido varias navidades inolvidables, destacando el fin de año del año 2006, 2008 y 2009 con pirotecnia nieve y un ambiente de cine realmente espectacular. No hay que olvidar que en Karlovy Vary se celebra un importante Festival de Cine cada año por donde han pasado grandísimas figuras del mundo de la interpretación y la dirección. En 2006 se rodó en la población una buena parte de uno de los mejores filmes de la serie Bond, "Casino Royale".
El film, el primero protagonizado por Daniel Craig como 007 y dirigido por Martin Campbell, utilizó el Hotel Pub de Karlovy Vary como Casino Royale (en el filme lo situan en Montenegro). La llegada de Bond y Vesper a la población está rodada con una elegancia nunca vista en una película del agente 007. Tiene un aire a "007 Alta Tensión", pero con las ventajas que nos ofrece la tecnología y las cámaras del siglo XXI. Como se puede apreciar en la película Karlovy Vary es una población preciosa, muy señorial, que mantiene intactas la solera y la elegancia de antaño.
En Karlovy Vary recomiendo visitar la cumbre de Diana, accesible en un funicular bucólico y entrañable que conduce a una de las colinas más altas que rodean la ciudad desde cuya torre de observación podemos disfrutar de un paisaje boscoso impresionante. Subir en funicular y bajar a pie por el bosque es una de las actividades que recuerdo con más cariño, ya sea con nieve o sin nieve pues la policromía que nos acompañará será largamente recordada. En el film "Casino Royale" también aparece la población de Loket cuyo castillo recomiendo visitar punto es una pequeña población medieval cercana a Karlovy Vary donde también encontraremos varios restaurantes y rutas de senderismo muy interesantes.
Si hablamos de esquí, a pocos kilómetros de Karlovy Vary encontraremos varias estaciones de esquí que bien se merecen una visita. Nos encontramos en una de las zonas con más nieve de centro Europa con una nieve polvo espectacular y mucho frío durante todo el día. Aunque las cotas no sean muy altas el frío y el ambiente invernal nos acompañarán desde noviembre a bien entrado abril, ofreciéndonos la posibilidad de combinar esquí con historia, cultura y turismo termal. Kurort Oberwiesenthal es una estación preciosa, situada en un enclave geográfico de gran belleza, justo unos metros por debajo de la frontera entre la República Checa y Alemania, a pocos kilómetros de las estaciones de Klinovec y Bozi Dar. Un día os hablaré de Klinovec, una estación que nos sorprendió gratamente y que descubrimos en 2012.
Una estación, un teleférico y un tren de vapor
El teleférico de Kurort Oberwiesenthal es uno de los 5 teleféricos que podemos encontrar en Alemania, con mucha historia a sus espaldas. El remonte sigue funcionando a la perfección, subiendo visitantes senderistas y esquiadores durante todo el año hasta la cumbre más alta de la estación (Fichtelberg) situada a 1.215 m de altitud. Aunque el telesilla que sube paralelo al teleférico sea más rápido y efectivo actualmente, la subida en teleférico sigue conservando el romanticismo de antaño resultando ideal en días de ventisca o mal tiempo.
El histórico teleférico del Fichtelberg, toda una institución en Kurort Oberwiesenthal
En Kurort Oberwiesenthal encontramos pistas ideales para disfrutar con mucha nieve y mucho frio. Una nieve seca que flota en el aire al menor soplo de viento. Algunas discurren entre bosques y otras quedan algo más expuestas, pero en general, es una gozada esquiar en una de las zonas más frías de centro-europa.
La estación dispone de seis remontes mecánicos, 4 teleskís, un telesilla y un teleférico. A nivel de pistas, me quedo con las dos azules que discurren por el flanco derecho del Fichtelberg (pistas 9 y 10) y la negra R, que baja directamente desde la cota más alta hasta la estación inferior del teleférico y el telesilla de cuatro plazas, situados en la base de la estación. En dicha base encontramos una pista de hielo, la estación de la Fichtelbergbahn (un ferrocarril de vapor con mucha historia) y el parquing principal.
En Kurort Oberwiesenthal encontramos pistas para todos los gustos y niveles
Desde el Kleiner Fichtelberg bajan varias pistas rojas, destacando la 4 y la 6, que con buena nieve, es muy potente. Tal y como sucede en algunas estaciones españolas, dependiendo de la cantidad de nieve, se puede acceder a la cota más alta de la estación en coche, no obstante, soy de los que recomienda dejar el coche en la base y disfrutar de los remontes, pues son rápidos y muy prácticos.
En lo más crudo, del crudo invierno...
Para terminar coma a modo de epílogo quisiera hablaros de una de las líneas de ferrocarril más entrañables de Alemania y por extensión de centro Europa. Hoy en día viajar a bordo de un tren de vapor no es algo muy habitual, no solo no está al alcance de todo el mundo, sino que cada vez quedan menos. Por fortuna asociaciones de amigos del ferrocarril, entidades, gobiernos regionales coma y ayuntamientos han estado por la labor y en muchos casos mantienen viva la llama del romanticismo ferroviario.
En Kurort Oberwiesenthal también se esquía de noche
Una vez que en 1872 se abrió al tráfico el ferrocarril de ancho estándar de Chemnitz a Chomutov vía Annaberg y Vejprty, la atención se centró en conectar la antigua ciudad minera de Oberwiesenthal (la ciudad más alta de Alemania) con el sistema ferroviario sajón. En 1884 se hicieron planes para construir un ferrocarril de vía estrecha entre Cranzahl y Oberwiesenthal, aunque la construcción no comenzó hasta 1896. La línea se abrió al tráfico el 20 de julio de 1897, resultó popular y transportó 67.756 pasajeros al final de su primer año de funcionamiento. El turismo centroeuropeo siguió aumentando, así como el número de pasajeros, siendo necesario comprar vagones especiales de ancho estándar adaptados a la línea, de los cuales unos 30 por día prestaban servicio en la cantera de Hammerunterwiesenthal. Después de 1990, el tráfico comenzó a disminuir y los servicios de mercancias cesaron definitivamente en 1992. En 1994, la propiedad se transfirió a Deutsche Bahn y se hicieron planes para cerrar el ferrocarril o venderlo.
El tren de vapor llegando a Kurort Oberwiesenthal en pleno invierno
Para celebrar el centenario del ferrocarril, las comunidades a lo largo de la ruta se reunieron con los encargados de las líneas Pressnitz Valley Railway y Lößnitzgrund Railway para organizar una semana de festival en la que locomotoras de vía estrecha y material rodante de toda Alemania operaron en un horario intensivo en las tres líneas. El popular evento atrajo a más de 40.000 visitantes, lo que llevó a los distritos locales a hacer planes para adquirir el ferrocarril.
La Fichtelbergbahn nos invita a realizar un entrañable viaje en el tiempo
El 1 de junio de 1998, BVO Bahn GMB se hizo cargo de la explotación de la línea y en 2007 la Saxon Steam Railway Company se hizo cargo, dando al ferrocarril un nuevo nombre, la Fichtelbergbahn, con la intención de dar a conocer la nueva vida de la línea, convirtiéndose en todo un reclamo turístico que presta servicio a las poblaciones y estaciones de esquí de la zona fronteriza. En invierno, el tren se llena de familias y esquiadores que suben hasta Kurort Oberwiesenthal para disfrutar de la nieve y la gastronomía de la región. Son muchos los alemanes, checos y extranjeros en general, que cada año realizan un entrañable viaje al pasado a bordo de la Fichtelbergbahn.
Como podéis ver, En Centro-Europa existen rincones maravillosos apartados de las grandes ciudades y de las grandes estaciones de esquí, que mantienen un elevado nivel de intimidad elegancia y humildad. Son estaciones ideales para esquiar en familia alejados de grandes masificaciones turísticas casi sin colas y a precios realmente asequibles. Tanto Alemania como la República Checa poseen auténticos tesoros que bien se merecen una visita ya sea una vez en la vida o de vez en cuando coma pues tampoco están tan lejos.
El aeropuerto de Praga en invierno
Hoy en día son muchas las compañías aéreas que ofrecen vuelos baratos a la mayoría de capitales o ciudades centroeuropeas pudiendo alquilar vehículos en todos los aeropuertos o utilizar transportes publicos tales como el ferrocarril o el autobús. Tal y como hemos comentado antes, desde Praga parten diariamente más de 20 autobuses con destino a Karlovy Vary y la frontera con Alemania. La República Checa está trabajando para modernizar su flota de ferrocarril siendo uno de los países que más esfuerzos realizan a la hora de conectarse con el resto de países de la Unión Europea. La línea férrea que conecta Viena con Praga (también aparece en el film "Casino Royale") es es un buen ejemplo de modernidad, efectividad, calidad y velocidad.
Un tren de cuento para una estación de película, o una estación de cuento para un tren de película
Por cierto, ya que estamos, me vais a permitir que os hable un momento de la maravillosa y refrescante agua mineral Mattoni. Durante nuestros viajes familiares a Karlovy Vary, no podían faltar seis o siete botellas de Mattoni en la cocina de casa, un agua fina, exquisita...
La historia de esta marca se remonta al año 1864, cuando Heinrich Mattoni (1830-1910) se hizo con la producción de agua mineral de una pequeña ciudad balneario llamada Kyselka situada al oeste de Bohemia. Mattoni expandió su negocio construyendo una moderna planta de embotellado e inaugurando una infraestructura dedicada a la distribución para poder abastecer su producto a los clientes del spa en Kyselka y por toda Bohemia. En los años de 1880, la marca se constituyó como una de las más conocidas en Europa. En 1910, año de la muerte de Mattoni, ya se habían exportado 10 millones de botellas a otros países. Actualmente, es una de las aguas minerales más apreciadas en la República Checa. En breve os hablaré del licor de hierbas Becherovka y la cerveza Krusovice.
Con nuestro agradecimiento a las oficinas de turismo de Karlovy Vary, Kurort Oberwiesenthal, a Baki del restaurante Capri, el departamento de comunicación de Mattoni y la Fichtelbergbahn. Gracias por toda la información que nos han facilitado.
