Esta temporada estaba siendo muy buena... fin de semana sí, fin de semana también, teníamos días de powder...
Hacía mucho tiempo que Alex estaba bastante modosito en las cenas, pero esa noche volvió el Alex de siempre. Para nuestra sorpresa, mediado el segundo plato y bastantes cañas de cerveza, hizo una señal de atención con el tenedor y el vaso y todos nos quedamos mirándolo...
Toni le observaba con una gran sonrisa... en el fondo, todos echábamos de menos al Alex de la gran prueba. Yo me alegré especialmente y ya me daba igual lo que dijera, por lo que grité alto antes de que él empezara a hablar....
-¡Bienvenido de vuelta, viejo Alex!
Cuando todo el mundo dejó de reír y comentar, Alex nos miró a todos con cara seria y empezó a hablar...
-Esta temporada con tanto powder me estoy cansando de tanto esquí ancho...
Se hizo un silencio curioso, nadie dijo nada, nadie rió... y era verdad... Alex esquiaba con unos meros setenta y ocho de patín y muchas veces nos reíamos de él, por que llevaba esquís tan estrechos comparados con nuestras megatablas....
Prosiguió hablando pausadamente... - No entiendo mucho la fiebre por ir con esquís anchos en nieve virgen… me choca cuando cae el paquetón y todos corréis al armario para sacar los mega anchos de ciento diez o cento veinte milímetros para flotar mejor… ahí está el quid de la cuestión.
- ¿Flotar? ¿Pa qué? - Prácticamente fue una pregunta a sí mismo...
Y prosiguió sin ser interrumpido. - Yo quiero hundirme en la nieve virgen, jamás pasarla por encima… cuanto más me hunda, mayor es mi sonrisa.
"Os pongo un ejemplo. Si caen veinte centímetros y sacáis los ciento veinte de patín a pasear, os hundiréis diez centímetros, por lo que despreciáis nueve centímetros de puro powder bajo tus suelas y que en realidad ¡¡¡os pertenece!!!
Yo saco mis setenta y ocho de patín y me hundo diecinueve centímetros... ¿Quién sale ganando? ¿Quién disfruta más? Sin duda, yo. ¡Por supuesto que sí!
Ahora me podréis decir que con esquí ancho se esquía mejor… no tengo dudas… ¡Para nada! Si eres un esquiador medio-alto, esquiareis en cualquier condición dando igual que esquís os calcéis. Si queréis ir a la moda, no lo dudéis, esquí ancho anchísimo y molaréis mucho en la cola del telesilla, pero si de verdad queréis disfrutar de un día de paquete, si queréis tener sensaciones reales y sobre todo, esquiar hundido de verdad en el powder, estrecho estrechísimo… Dejad los fats, coged unos sticks, hundiros en el powder y buscad ir por debajo, no por encima… vuestra sonrisa al final de la bajada lo dirá todo"
-No os enfadéis - acabó - pero la mayoría de las veces, en los días de powder, es el indio, no las flechas.
Después de esta frase, empezaron los gritos, las risas, el desmadre en general y los comentarios sarcásticos, pero en el fondo, yo sabía que Alex tenía razón...
Cuando acabó el griterío que Alex siguió tranquilamente y sin inmutarse, Toni levantó ceremoniosamente el vaso de cerveza y lanzó un brindis.
-¡Por Alex! ¡Me has convencido y mañana por la noche quemaré mis ciento diez en una hoguera!
Cuando todos acabamos de reír, Alex miró a Toni y le dijo suavemente -¿Me los pasas?