Si me lo permitís esta historia está dedicada a Blankita (La perrita de Juanjo), y a todos los animales del mundo, que tanto tienen que enseñarnos. Pues de quien hablo fue un puntal de Jaca, franciscano, y como San Francisco, mi santo favorito, me enseñó muchas cosas, sobre todos los seres que nos rodean y la propia vida.
RRRIIINNNNGGGGGGGGGG...
-Mamá: Carlitossssssssssss, abre la puerta, ve a ver quien llama.
-Yo: Voy mamá.
Como no llego al agujero de la puerta, cojo una silla del hall de entrada y me subo. El agujero es muy grande, con rejitas como de oro, con formas muy bonitas y como una naranja de gordo. Aparto la tapa, que también es muy bonita y tiene una bolita para agarrarla y moverla hacia un lado o otro lado (es sábado, estamos a finales de Octubre de 1958)
-Yo: Mamá ¡¡¡Es el padre Esteban!!! - Mamá: Corre abre la puerta.
Abro y ahí está, el "Padre Esteban" (un franciscano barrigón), gordito (como el botijo que siempre me mandaba mamá por agua a la fuente del jardín, de la plaza Unión Jaquesa).
Casi no se le ve la cara, lleva la barba muy grande blanca y mucho bigote, Tiene una tripa que parece un globo de esos que salen en las fotos del ABC ( es el periódico que entraba en casa siempre, a papá le gustaba mucho), trae una cesta en la mano de níscalos y en la otra, un cacharro de esos de tirar agua bendita a las habitaciones.
Ante mi el Padre Esteban, toda una mole de cariño , dulzura y amor. Tenía un traje marrón y una cuerda muy gorda en la cintra, tenía ganas de decirle que me la regalara, pero nunca me atreví. Yo pensaba, Jaca no estaría completa, sin el Padre Esteban.
-Padre Esteban: Hola "Chiqui" -la llamaba como papá-
- Mamá: buenos días Padre Esteban -mi Madre sale limpiándose las manos en el delantal-
- Padre Esteban: Mira te he traído unos Niscalitos para que nos hagas a Perico y a mi. - Mi Padre se llamaba Pedro -
Mamá, ponía cara de mal genio, pues eso lo hacía mucho el padre Esteban. La verdad es que no tenía a nadie en la tierra (digamos), y venía mucho a casa.
-Padre Esteban: Chiqui, ¿podemos merendarlos esta tarde?
-Mamá: Mejor venga a comer mañana Domingo y los pongo. Ya le diré a Crespo (era el mote que le daba mamá a papá ), que ha venido.
- Padre Esteban: Bien Chiqui , voy a bendecios la casa - y saca un cacharro que lleva en la mano con agua bendita y una bola con mango que la moja en el agua, luego empieza a decir palabras bajitas, que nadie entiende en casa, y empieza a tirar agua por todas las habitaciones, hasta en el ”water”, y a EDER, el perro también, que por cierto un día se le escapó la bola y le hizo un “chichón” al pobre EDER, papá le untó de aceite de oliva toda la zona del chichón y se le pasó enseguida -
-Yo: Mamá ¿para que hace eso?
-Mamá: Chisssssssssssss, para bendecir la casa.
-Yo: Ahhhhhh - y me quedo como siempre sin saber porque lo hacía -
Yo creo que es como un cambio, el tira el agua y luego se come los níscalos. Mamá cocina de maravilla, a veces vienen a comer a casa amigos de papá a probar sus platos, (bacalao a la vizcaína, migas, potaje, purrusalda, cocido madrileño, puré de castañas), ummmmmmmm, que rico, lo malo es que los amigos de papá no nos dejaban nada, “eran como buitres”, de los que hay muchos en Ordesa, Panticosa y la Selva de Oza.
El Padre Esteban, emanaba algo especial, su mirada te hacía entrar en paz, pero lo que más quiero destacar "ES COMO LOS ANIMALES SE LE ACERCABAN CON LA CABEZA AGACHADA A SU LLAMADA".
Un día fuimos al bosque por setas, papá, el padre Esteban y yo. Y en un momento determinado, aparece un pájaro muy bonito, de colores y muy gordo, y nos dice el Padre Esteban, mirad esto, y dando dos chasquidos con los dedos le llamó, "Y EL PAJARICO FUÉ A SU MANO", se posó y luego le dice, ve y vuela en libertad y el pajarico se marchó volando…
Mi papá se queda sonriendo y yo con la boca abierta, y me dice: " Esto Crispín lo puedes hacer tu, solo tienes que llamarlos con mucho amor, sin ningún miedo, y tratarlos con amor, y ningún animal te temerá, y se acercará a ti, pues sabrá que no les haces daño, porque los animales se dan cuenta, de quien les puede hacer mal, tienen almica como tu y como yo, y ninguno huirá de ti".
Yo estuve con la boca abierta como una semana, y no le dije a nadie lo que había pasado.
Venía siempre por la calle con perros y de todo, que no le dejaban en paz.
A papá se le paraban las mariposas en los brazos y en la cara, yo creía que era santo, pero luego supe, que se le paraban porque era diabético de pincharse dos veces al día, y entonces desprendía glucosa por el sudor, jajajaja, pero era muy bonico como las moscas, las mariposas, y de vez en cuando alguna abeja y avispa se le paraban en la cara. Cuando me lo explicó, yo en vez de decepcionarme, casi me desmayo de la risa.
Al día siguiente (domingo), vino a casa a comer, hizo la misma cosa de tirar agua bendita a todas partes y se sentó a la mesa. Tenía algo en la tripa porque cada vez que tragaba, hacía unos ruidos muy raros y fuertes algo así como: grunnng, broooooffff, etc, etc,. Mis tatas y yo conteníamos la sonrisa, porque parecía un ogro, aunque fuera un ogro bueno.
Ocupaba casi dos sillas, pero era algo especial, (en realidad era parte de Jaca, todos éramos parte de Jaca, todos, pero el, era algo así como un trocito de hoja de Edelwais).
Pues Jaca vista desde arriba es una Edelwais, rodeada de verde y protegida por la gran centinela "La Peña de Oroel". El Padre Esteban, era como FRAY PAPILLA de Marcelino Pan y Vino, pero con barba.
NUESTRA PRIMERA COMUNÓN
Nos dice a mi tata Sara y a mi, que si queremos que el nos dé la primera comunión, en la primavera del año 1959.
Mi tata y yo saltamos de alegría, no queríamos besarle porque las barbas nos daban un poco de dentera, pero si procuramos abrazarle, claro que no llegábamos ni a su media cintura.
Al año siguiente nos dio la primera comunión en la Iglesia de la calle del Carmen, en el cole de monjitas de mis tatas. Yo llevaba un traje de marinero que me picaba mucho (como a todos los que llevamos en aquella época traje de marinero), luego utilizaba mamá, la chaquetita, para ponérmela de vez en cuando, mientras yo sufría los picores en silencio. mi tata estaba muy guapa, parecía un ángel.
No necesitó decirnos nada, yo solo le miraba a él, el acto de la primera comunión, para mí, estaba en él, yo no necesitaba nada, sabía que los niños del mundo son los dueños del cielo, hagan o no hagan la comunión, creo que estaba adelantado a aquella época, ¿lo dijo Jesús, no?, y todavía no había realizado la comunión con los apóstoles.
Fue un día precioso, llovía a cántaros, nos empapamos, mi corbata negra de marinero parecía un grifo. Los regalos de mi tata como los míos, fueron unos ocho o nueve misalitos de esos que se llevaban antes. Mamá y papá, nos regalaron un rosario muy bonito. Pero lo precioso es que el Padre Esteban nos había dado la comunión.
Luego se la dió a mi tata Maribel, en la capilla de la Ciudadela de Jaca, inaugurando la restauración que había hecho Papá el 18 de Abril de 1960.
El Padre Esteban (que siempre llevaré en mi corazón), olía a Jaca, Jaca le extendía su velo blanco de novia para que el pisara. Hiciera el tiempo que hiciera, siempre tenia puestas las sandalias de Franciscano, nunca tenía frío, pero no era por estar gordo, era porque le hablaba al frío, a los árboles, a la nieve, a los perros/as, a los pajaritos, a las setas, ¡¡¡yo le vi un día, echarle una bronca al árbol de la salud, porque no le dejaba con el movimiento de sus hojas, dormir una siestecita tumbado en el banco circular!!!.
Espero que os acordéis de él, si tenéis la ocasión de leerme, y que me perdonéis estas historias que no pegan con la nieve, pero como es primavera........pues eso.
El Padre Esteban, es parte de Jaca, está en ella, y por eso Jaca, es tan maravillosa, porque hay tanta gente que forma parte de ella, es un lugar escogido por Dios como escenario de la naturaleza, igual que sus alrededores, no hace falta ser de ninguna religión en especial, todos/as, sentimos, seamos de la religión que seamos que es un lugar escogido. Una bendición.
Un Fortísimo abrazo y besos a Jaca y sus habitantes. Carlos H.