La operación se tradujo en tres bolsas de basura repletas de residuos orgánicos e inorgánicos. Pero los doce miembros del equipo no se limitaron a retirar desperdicios, sino que también recogieron muestras, plantas y animales microscópicos para proceder, con la colaboración del Instituto Pirenaico de Ecología, a su análisis.La intención de Medio Ambiente del Alto Gállego, promotora de la limpieza, es evitar el deterioro de los lagos pirenaicos, sobre todo, los de los más turísticos. De aquí que la iniciativa comenzara el verano pasado en dos de los ibones más accesibles para los visitantes, los de Asnos y Sabocos. Pero además, la actuación quiere elaborar un perfil de cada lago, estudiando la profundidad, pendiente, vegetación, fauna y grado de turbieza del agua.
Todos esos datos quedan reflejados en una ficha científica y divulgativa, ya que la idea de la comarca del Alto Gállego, según explica su presidente, Mariano Fañanás, es "conocer más profundamente unos ecosistemas de gran fragilidad y que ocultan bajos sus aguas un mundo desconocido y amenazado en su equilibrio".
Los primeros resultados, fruto de las limpiezas y recopilación de datos llevados a cabo en el 2004, ya se han dado a conocer. La comarca editó en mayo, una guía, Buceando en los ibones , que explica las peculiaridades de cada lago y estos conocimientos también forman de una campaña de divulgación escolar en el Alto Gállego que se efectuará este próximo curso lectivo.
De momento, esos estudios han permitido conocer que el ibón de los Asnos, el más accesible turísticamente, viven alevines de truchas, tritones y sanguijuelas, una diversidad faunística que, aún así, es más pobre que la de Sabocos, con un estado de conservación mejor.
Fuente: El Periodico de Aragón