Cara NW del Olan (Topo: C2C)
Voilà voilà, este mes de febrero nos ha traído unas condiciones primaverales bastante inesperadas en los Alpes frenchis. Calor en los valles, isos 0 por las nubes...condiciones de finales de abril/principios de mayo que implican una cierta estabilidad y abren la posibilidad a esquiar en sitios en los que habitualmente hay que esperar aún un tiempo. Tras probar las delicias de la nieve primavera/húmeda en caras sur con Medicine, cambio de orientación y a buscar algo de polvo en caras norte.
Ah shit, here we go again...
Me junto con Nao y Oscar, que pese a que empiezan ahora a meter el hocico en el esquí de pendiente, ya tienen un CV por el que matarían muchos. Queremos probar Écrins, tras el "robo" de la primavera pasada. Una foto de unos días atrás en C2C nos orienta hacia uno de sus valles perdidos y menos transitados en invierno, el valle de Valjouffrey. Tras haber pasado en verano recorriendo el GR-54 (magnífico Tour des Écrins, trekking salvaje y muy recomendable) se que la zona es una mina, con el Olan y su mítica cara NW como telón de fondo. Su arista W esconde un pequeño collado, la Brèche du Clot, a la que se puede acceder por una serie de pendientes y canales. Tiene un resalte a la mitad, evitable con mucha nieve o por una pequeña cascada de hielo, ambiente asegurado. Primer descenso conocido en 2009, e informaciones casi nulas de pasos posteriores, así que nos convencemos rápidamente de ir a echarle un ojo!
Calzamos tras un par de km de porteo, y salimos de la niebla! (Foto: Nao)
Primer contacto visual con la bestia
La ventaja combinada del toque de queda e ir a una cara norte en febrero, es que el madrugón no es excesivamente serio. Al llegar a Désert en Valjouffrey (1245m), ni rastro de nieve y una niebla importante, bofbof...menos mal que tras la charla el día anterior con los previsionistas de Météo-France (apuestas del tope de nieblas a 1800-2000) confiamos en salir por encima! Echamos a andar sobre las 7h30, esquís y botas a la espalda y a remontar el laaaaaaaaargo y plano valle de Font Turbat. Tras un par de kilómetros de porteo salimos de la niebla y vemos al fin el Olan! No parece muy cargado de nieve pero el resalte que habrá que negociar no parece enorme.
Restos del depósito de arena sahariana de principios de mes
Poco a poco nos acercamos
De izquierda a derecha: Olan, col Turbat, pic Turbat... (Foto: Oscar)
Oscar trabaja también en la "ciencia de la nieve", en particular sobre el efecto de los depósitos de polvo en el manto (estabilidad incluida ), así que la larga aproximación pasa relativamente rápido yendo de charleta. El fondo del valle es una nevera y un festival de cascadas de hielo, normal que la zona sea una meca para el alpinismo. La niebla por su parte "respira", subiendo y bajando por el valle, pero nunca por encima de 2000m, marchando una birra para las previs de MF! Tras 10km y 3h30 de aproximación empezamos a coger al fin algo de altura, atravesando hacia la pared del Olan. Hay dos accesos, el más directo (branche droite) parece más expuesto y con poca nieve, así que vamos al otro (branche gauche), un estrecho couloir escondido que enlaza con las pendientes suspendidas previas al resalte.
Punta Swan de fondo, conexión con Valsenestre y el eje Vénéon-Bérarde
Crampones y al lío!
Acceso a la canal "escondida"
Estrechita pero suficiente
Oscar accediendo a las pendientes superiores
Cascada a la izquierda, mixto a la derecha...
Oscar prueba...pero poco convencido (Foto: Nao)
Pic des Souffles, montañones en esta esquina de los Écrins
Pasamos a crampones y empezamos a remontar la canal oculta, no la ves hasta que no estás justo debajo! Estrecha, a 45° y con la roca cerca, pero tiene continuidad hasta arriba. Buena calidad de nieve, un palmito de polvo sobre fondo bien compacto, parece mentira que lleve 15 días sin nevar. Salimos a las pendientes colgadas que llevan hasta el resalte, un puntito más de inclinación pero progresamos bien, alguna zona más costra pero en general buenas condiciones! El resalte a cambio es más complejo, toca elegir entre una corta cascada de hielo o un pasito en mixto, todo con un buen patio bajo los pies.
Con Oscar al mando (el más alpinista de los tres), montamos una buena repisa + algo de protección y se va para arriba a buscar la reunión instalada en 2009 y que nos servirá para rapelar de bajada. El mixto se resuelve fácilmente pero la travesía por arriba hasta la canal es sobre 20cm de cubiletes directamente posados sobre la roca. Y la reunión acaba encontrándola 20min más tarde un palmo bajo la nieve, y en un estado bastante lamentable...la decisión es rápida y clara, nos faltan competencias en alpi para solventar el paso con tranquilidad así que nos vamos para abajo! Mientras calzamos esquís llega otro grupo de tres que pasa como un avión y según supimos más tarde no tendrían mayores problemas...toca formarse un poco en cacharreo para las próximas
Banzai...
Nao abre el baile, maravilla de esquí suspendido (Foto: Oscar)
Oscar detrás
...y servidor cierra el baile (Foto: Nao)
Deep&Steep
Nieve un poco más compleja en esta sección pero muy esquiable en cualquier caso
Ambientazo de cara norte
La canal de acceso a la derecha, un pequeño vacío a la izquierda...la exposición bien presente toda la bajada (Foto: Oscar)
Coser y cantar...qué arte!
Japan attack!!! (Foto: Oscar)
Super Nao
El cono de salida, polvorón!!
Enormes diferencias entre sol y sombra, nieve bien revenida a las 14h30
Tan solo 10km de esquí de fondo....yiiiiiiija
Nieve de cine para bajar, la inclinación se siente mucho menos con polvo! En cualquier caso, las pendientes superiores las bajamos protegiéndonos bien para evitar coladas y pequeñas placas de viento, la exposición sigue siendo consecuente y un fallo se paga caro...relax al llegar a la canal de acceso: un poco de derrapaje, un par de giros y algún cacho de suela menos nos llevan al cono de salida, rematado!
Comemos al sol (al fin...), bajo la majestuosa cara NW del Olan. Un poco decepcionados por haber dado media vuelta y a la vez contentos porque era la mejor y única decisión que había que tomar. Este invierno, entre los tres llevaremos fácilmente más de una manita de medias vueltas, y es que en estos sitios, lo normal es renunciar y lo que es rara avis es volver a casa con el descenso bajo el brazo. Saber renunciar y adaptarse a estas condiciones siempre cambiantes en pendiente lleva su tiempo pero con los años resulta más evidente, será que me hago mayor
Y con esto y unos frutos secos, para abajo a por nuestros 10km de fondo de valle y el ratito de coche hasta Grenoble, antes de las 18h para cumplir con el toque de queda. En una época en la cual el esquí de montaña está evolucionando a un deporte que busca cada vez más rapidez, qué gozada tirarse 9h danzando por el fondo de un valle perdido en el mejor macizo del mundo.
Y ya para acabar os dejo unas imágenes que se mueven, cortesía de Nao:
Allez, la bise.