¡Hola!
¿Qué tal? ¿Cómo vais? ¿Pensando ya en el pedazo de viaje de esquí que os vais a pegar con vuestros amigos? Pues… ¡tened cuidado, no vaya a ser el último! 🙈
A Baqueira he viajado muchas veces sola. No cuadraban fechas, y, como para mí el esquí es lo primero, me venía. Alguna vez logré “engañar” a alguien (Teresa, ¡lo siento!), y no ha vuelto. Bueno sí, sí ha vuelto. La temporada pasada tres veces y ninguna logré que se pusiera los esquís. Este año (viene mañana) espero reengancharla, ahora que vivo aquí y no esquío de 8:45 a 17:00.
El caso (con Teresa) es que la convencí para que viniera. Ella estaba empezando y yo bajaba otras pistas. Las dos con cursillo. Ni los que no saben se ponen en la situación de los que algo sabemos, ni al revés. Al final ir a esquiar una semana supone un esfuerzo económico, hay para quienes es su pasión, y quienes lo hacen para acompañar. Hay que ponerse en el lugar de la otra persona, en ambos casos.
¡Supuestos! Ir una semana a la nieve es un planazo. Para los principiantes y para los expertos. ¡Recomendación! Los que no saben, que se cojan unas clases. No hay nada peor que te enseñe la pareja o los amigos. Si el que sabe no quiere clases (que yo se las recomiendo a todo el mundo, porque, cuanto más sabes, más disfrutas), que vaya por libre, mientras la otra persona está en clases. Reencuentros, alguna bajadita, y… ¡après-ski! Jejejeje
En mi caso con Teresa, las dos íbamos a clase, comíamos juntas, y yo luego seguía esquiando. ¡Grave error! En el esquí, como en la vida, hay que ser generoso, algo que yo no he sido hasta que empecé a esquiar más de 120 días al año... Si te acompañan hasta las montañas, pon tú (yo) también algo de tu parte.
Otra recomendación es no forzar. Cada persona tiene su ritmo, su condición física, sus límites, sus miedos… Si alguien del grupo no quiere bajar una determinada pista, no le forcemos. Si no quiere seguir esquiando, no le obliguemos. El esquí para nosotros es el deporte más maravilloso del mundo, pero para otras personas puede ser, o convertirse, en una pesadilla.
El consejo es claro: que cada uno diga a lo que va. Mis amigos saben que, si voy a esquiar, solo existe eso (por eso Tere no se enfadó demasiado…). A partir de las 17:00 hablamos… Otras personas disfrutan más haciendo un par de bajadas y yendo a la cafetería… Hay quienes prefieren dormir y subir más tarde… Pero nunca está de más comentarlo para que no haya malos entendidos.
Hay tantas maneras de disfrutar del esquí como esquiadores, pero lo que no es discutible es que deporte, naturaleza, y amigos y familia son la combinación perfecta. Hagamos un esfuerzo por hacer del plan una tradición. 😉
Pasad buena semana, os deseo un muy Feliz Año Nuevo, que el 2024 nos traiga mucha nieve, y… ¡nos vemos por las pistas! ⛷💃