Seguimos hoy analizando el derrapaje como recurso - cuando las circunstancias lo requieren- para esquiar con mayor eficacia y seguridad. Algunos de los comentarios del anterior artículo ya sugerían algo de lo que vamos a hablar hoy: las diferentes formas de derrapar y de aplicar esto a nuestro esquí libre o a los trazados. Con un derrapaje vamos a conseguir fundamentalmente tres cosas distintas que nos pueden ayudar durante el descenso: una frenada momentánea, un cambio de dirección o, finalmente, un cambio de altura (bajada) en la línea que llevamos. Para clasificar estos tres recursos tácticos tendremos también que poner "apellido" a cada tipo de derrapaje: así, distinguiremos entre derrapaje lateral o diagonal, derrapaje redondeado y derrapaje pivotado. En español tenemos solo el término derrapar pero, en inglés, idioma a veces (sólo a veces, je) más gráfico que el nuestro, utilizan tres palabras distintas: sliding, slipping y skidding. Aprovecharemos este artículo para explicar estos términos y sus equivalencias en cada idioma y, así, quizás comprenderemos mejor a qué se refiere el artículo de LeMaster que nos sirvió de referencia.
Cuando uno hace una curva y no es capaz de conducirla perfectamente decimos que "derrapa". Los ingleses a ello le llaman "skid", es decir, el término skidding viene a decir que no conducimos "carveando" perfectamente o, lo que es lo mismo, que la cola de nuestro esquí sobrevira, como si de un coche yéndose de atrás se tratase. Por otra parte, cuando un inglés dice "slipping", se refiere a lo mismo, o bien, si se le añade "side", habla de un derrapaje lateral, o sea, un derrapaje en el que los esquís están más o menos perpendiculares a la dirección en la que se mueven; lo que haríamos, por ejemplo, para bajar un paso muy estrecho y empinado en el que no quisiéramos girar. El término "slipping" también se emplea a veces para un derrapaje diagonal, que viene a ser más o menos lo mismo. Finalmente, el término "slide" (slidding) significa "deslizar" lo cual, normalmente, se refiere al movimiento de los esquís hacia adelante pero también puede relacionarse con un leve deslizamiento controlado en el que no se conduce con el canto limpiamente (por ejemplo, en una diagonal en Descenso donde no queramos ganar altura). Para liar más las cosas diremos que los gestos que describíamos la semana pasada, en puridad, son un "pivot-slip", y un "steering-pivot", (figuras 2 y 3 respectivamente) es decir, un derrapaje pivotado con el que el esquiador consigue cambiar las tablas de dirección en muy poco espacio y, naturalmente, tiempo.
Imagen cortesía de RonLemaster © Ski Racing Magazine 2008
En español, pues, tenemos términos para el derrapaje redondeado (o controlado, como le llaman en algunas escuelas) (skidding o, más perfeccionado un steernig-pivot o "stivot"), derrapaje lateral (side slipping) y, si durante nuestra trayectoria llevamos a cabo repentinamente un cambio de dirección derrapando más o menos lateralmente, le llamaremos un derrapaje pivotado (pivot-slip). Bien, hechas estas aclaraciones pasemos a seguir comentando esas estrategias de derrapaje que vimos la semana pasada. Decíamos que este derrapaje nos permite, fundamentalmente, tres beneficios que podemos emplear si fuera necesario:
- Una frenada momentánea: Si nuestra velocidad es excesiva o, simplemente, queremos mantenerla sin que la gravedad nos acelere más, este "derrapaje pivotado" aumentará la fricción y, como es obvio, nos frenará. Además, la fuerza centrífuga aumentará y hará que presionemos más el esquí exterior, con lo que, a la hora de retomar la trayectoria, no solo iremos algo más controlados, sino con más presión en este canto. Esto, como es natural, no solo es aplicable a la línea de un trazado de alpino, sino a cualquier circunstancia en nuestro esquí libre (un obstáculo, un cambio de terreno...) donde no hayamos calculado adecuadamente la velocidad a la que vamos a entrar en la siguiente curva.
- Cambio de dirección: Obviamente, al derrapar los esquís cambian de dirección, pero lo hacen en mucho menos tiempo y mucho menos espacio. Ello, en los trazados nos permitirá estar más tiempo en la línea de máxima pendiente (como se ve claramente en la figura de la semana pasada) y, por consiguiente, más tiempo beneficiándonos de la fuerza de la gravedad, es decir, bajar más rápido y por el camino más corto. En esquí libre quizás queramos conseguir con esto todo lo contrario, es decir, salir cuanto antes de la línea de máxima pendiente para permanecer bajo control.
- Cambio de altura (bajada) en la línea: Para terminar, un derrapaje también puede hacernos perder altura si, por ejemplo, hemos calculado mal la trazada y vamos demasiado pronto o demasiado arriba. Ello, como decíamos la semana pasada, puede no tratarse exactamente de un error de cálculo sino de todo lo contrario (como vemos en las figuras 2 y 3) una elección táctica que nos permita estar mucho más tiempo en la línea de máxima pendiente.
Y, en fin, por hoy no me enrollo más. Espero que el JEFE Pepe haya quedado contento con la "semi" traducción libre de este interesante artículo del maestro Ron. Hasta la próxima semana
¡Buenas olas! (juas, es que es verano...)
Carolo © 2008