Los protectores de espalda o tortugas son un accesorio poco habitual en el esquí. Fuera del ámbito del freestyle no es muy normal llevar protecciones extra a parte del casco. Sin embargo en la competición de alpino sí que es más frecuente su uso. Ni la RFEDI, ni la FIS, los consideran como un elemento obligatorio en competición, aunque este último organismo sí que lo recomienda para menores de 16 años. De todas formas, muchos clubs en su reglamento interno obligan a llevar este tipo de protecciones, por lo que se convierten casi de facto en necesarios.
La ciencia nos dice que aunque las lesiones de espalda no son las más comunes entre esquiadores, la mayor parte de ellas son en la zona torácica y lumbar, que es donde se centran estas protecciones. Además se producen muchas más lesiones de espalda entre practicantes del freestyle en los snow parks. En general son conclusiones bastante lógicas y nada que desafíe al sentido común.
De todas formas, uno de los factores más importantes en este tipo de accesorios y por los que mucha gente no los considera muy útiles es por lo incómodos que resultan. Y es que si os habéis probado alguna tortuga rígida alguna vez probablemente os hayáis sentido como Robocop. Pero todo eso empieza a cambiar con los nuevos materiales no newtonianos, que son flexibles en reposo pero que se endurecen cuando son sometidos a fuerzas intensas. Es el caso del chaleco Flaxta Behold que he tenido oportunidad de probar.
Está hecho de un material super ligero, pesa solo 600 gramos y es muy transpirable y flexible. Está pensado para llevar como segunda capa, justo por encima de la típica camiseta térmica y aunque Flaxta es una marca sueca parece que este chaleco lo han hecho pensando en climas mucho más meridionales. La he podido usar un par de veces este año y es el protector de espalda más cómodo que he probado con diferencia.
En cuanto al nivel de protección, el Behold es de clase 1, dentro de la norma EN 1621-2 que es la que regula los protectores de espalda de moto. Sí, de moto, porque en la actualidad no tenemos una regulación específica para esquí o snowboard, por lo que los fabricantes usan esta norma para asegurar el consumidor que está protegido.
A día de hoy tengo he probado un montón de tipos de protectores: un anorak con chaleco protector integrado. La armadura completa que uso para freestyle de la que ya hice review en su día, incluso una mochila con un refuerzo para proteger la espalda en caso de caídas y golpes. Podría hablar largo y tendido sobre ventajas e incovenientes de cada uno pero mejor ir al grano.
¿Cuál creo que es el mejor? El que te pones. Simple y llanamente creo que este tipo de accesorios tienen el inconveniente de resultar algo incómodos, y a pesar de tener tantas protecciones yo solo usaba la armadura para los días de freestyle. Por eso creo que prendas como el Flaxta Behold son perfectas, porque no hay excusa para no llevarlo. Transpira, apenas da calor y te olvidas de que lo llevas en 1 minuto, creo que es una de las mejores opciones para los que le preocupan los golpes, pero no quieren sacrificar comodidad y movilidad.
Como siempre, os dejo el análisis completo en vídeo: