Semana Santa en Tignes
Con las pilas más que cargadas con el superdesayuno, partimos rumbo a Tignes siguiendo las indicaciones de la completa guía de Nacho.
El viaje fue según lo previsto con alguna pequeña retención entrando en Grenoble y en Moutiers por el semáforo que regula el tráfico del túnel de Siaix.
Previa parada en Bourg-Saint Maurice para tomar algo y hacer algunas compras en el super, llegamos a Tignes pasadas las 18h, donde Nacho y Victoria nos hicieron el receptivo y nos dieron los forfaits.
Nos alojamos en los apartamentos Le Schuss, a la entrada de Val Claret, un estudio para 2 bastante amplio y en buen estado. Debo decir que no echamos nada en falta y en comparación con otros alojamientos franceses de esquí mi impresión fue bastante buena… lo único que no había suficiente nieve en la parte del pueblo como para salir y llegar esquiando, aunque la caminata no llegaba a los 200 metros.
El coche lo dejamos en el aparcamiento cubierto Du Golf, 82 € la semana, tal y como se indica en la guía no se permite aparcar en la calle salvo para el check-in y check-out, yo fui testigo de cómo la policía remolcaba algún que otro vehículo.
Vueltecita por Val Claret, unas fotillos y a descansar para darle caña al día siguiente!
Echamos un vistazo al impresionante dominio Espace Killy y planificamos un poco la primera jornada.
Y empezamos con lo bueno, primer día radiante de sol y una temperatura excesivamente buena, tanto que pasamos hasta calor, al principio del día nieve espectacular y según iba avanzando la jornada nieve primavera por la parte baja.
Vista del remonte Tichot desde la terraza del apartamento
Claudia bajando por la roja Cyclamen en Auiguille Percée, nieve en su punto y remontes bastante ligeros de gente.
Al final del día alcanzamos los 20 remontes en el sector de Tignes, visitando todas sus cumbres (Tovière, Col Du Palet, Auiguille Du Chardonnet, Auiguille Percée y por supuesto el glaciar de La Grande Motte)
Fue un no parar de disfrutar hasta que decidimos hacer la paradita para reponer fuerzas en el mirador de la Grande Motte a 3456 metros con sus impresionantes vistas.
Subida en el teleférico.
Vista panorámica.
Para la comida ese día no llevábamos nada, así que tomamos algo en restaurante del mirador y continuamos por la tarde. Con respecto a este restaurante, decir que era bastante caro y con platos demasiado elaborados, nada de bocatas, menos mal que había unas porciones de pizza que pudimos acompañar con unas patatas y bebida… aún así algo más de 30 euros por un piscolabis, así que decidimos que para los siguientes días bocata casero y sólo compramos bebida.
Ahora toca bajada larguísima hasta Val Claret por la roja Glacier
Y después de esquiar… una de las ventajas del forfait de más de 2 días es que te permite acceso gratuito al centro acuático Le Lagon, así que tomamos el bus gratuito que une Val Claret con Tignes Le Lac que en menos de 10 minutos te deja en la puerta.
Para darse un chapuzón y estirar un poco después de una jornada de esquí está muy bien, eso sí de relajación poco, hay un tobogán triple normalmente petado de críos que no paran de gritar!
Otra ventaja que ofrece el forfait es el uso de patines de hielo sobre el lago helado siempre y cuando la seguridad lo permita, desafortunadamente el calor hizo que se cerrara el paso del lago por el deshielo al día siguiente de nuestra llegada.
Al día siguiente quedamos con Nacho y familia para recorrer la parte más occidental del dominio e ir al Glaciar de Pissaillas, para ello llegamos a Rocher de Bellevarde por la silla Marmottes y desde ese punto tenemos 4 opciones para bajar a Val d´Isere, la más sencilla es bajar en el teleférico Olympique para los más prudentes, luego hay 2 negras y una azul. Aunque la azul parece la otra opción más sencilla (pista santons), conviene aclarar que dicha pista es un tubo con 2 pendientes muy cargadas de nieve a ambos lados que suele estar cerrada por riesgo de avalancha, el año pasado fallecieron 3 esquiadores que decidieron bajar la a pesar de estar cerrada y es que cuando una estación decide cerrar una pista no suele ser por capricho… así que cuidado!, durante nuestra semana estuvo algún día abierta, aunque decidimos descartarla directamente. Una de las negras comparte la parte inicial de la santons y luego sube por uno de los laterales del tubo, así que la opción que queda es la negra Face de Bellevarde, que empieza suave y termina con una pared bastante inclinada con bañeritas incluida, que se nos atragantó un poco por el estado de la nieve y el calor en la parte final, pero que habiendo buena nieve es sin duda la mejor opción para bajar a Val d’Isere.
Subimos a la Solaise por el TeleCabina, toda una muestra de poderío económico de Val d’Isere, cabinas de 10 plazas con asientos de cuero, calefactadas y wifi gratuito en toda la línea… seré rarito pero yo me quedo con una silla cómoda al aire libre y evitar tener que quitarte esquís, eso sí haciendo el tiempo que nos hizo.
Llegamos a la zona del Pointe De L’Ouillete que tiene una calidad excelente de nieve en sus pistas, casi todas azules y bajamos por una de las joyas del dominio para mí, la roja German Mattis, pista larguísima con unas vistas impresionantes de todo el valle.
Finalmente llegamos a la parte más occidental, Col de L’iseran y el glaciar de Pissaillas a unos 3000 metros que nos permite disfrutar de la mejor nieve del dominio con este calor.
Claudia y yo con Nacho, Victoria, Nacho hijo, David y Alvaro… un placer haber compartido pistas con vosotros!
Volviendo a Solaise por la alfombra mecánica cubierta
Aunque no tengo foto, esa noche probamos una Tartiflette casera que nos recuperó de todo el esfuerzo de los 2 primeros días… muchas gracias Victoria! ;-)
El tercer día es el que peor tiempo nos hace de toda la semana, aún así tenemos sol en la mayor parte de la jornada con viento moderado y con buena visibilidad, además la nevada que cayó ese día fue por la tarde.
Panorámica en el Pointe de L’Ouillette con la chavalería!
El cuarto día volvemos al calor y sol, y habiendo recorrido ya la mayor parte del dominio, decidimos irnos a la parte alta del glaciar de Pissaillas que es donde disfrutamos de la mejor nieve.
Como contraste al Telecabina de Solaise, para los nostálgicos aquí tenemos la percha de Montet que nos sube al punto más alto del glaciar a 3428 metros.
Impresionantes vistas con el Mont Blanc al fondo.
De vuelta por el doble arrastre del Col de L’Iseran
Para volver pasamos por la silla de Leissieres, esta silla es la más divertida del dominio, une 2 valles y no es recomendable para los que tienen vértigo.
Paradita en los WC de Solaise para disfrutar de un pis con vistas!
El quinto día seguimos con el buen tiempo.
Subimos al glaciar, en esta ocasión probamos la faraónica infraestructura del funicular de Tignes con capacidad para 280 personas y que asciende 1000 metros de desnivel por debajo de la montaña en apenas unos minutos.
Desde luego, si no padeces claustrofobia, merece la pena conocerlo ya que no se puede ver en muchas estaciones de esquí, aunque prefiero la silla al aire libre.
Y el último día seguimos con el solecito no nos abandona dispuestos a disfrutar hasta el último minuto.
Este poste tiene unos 3 metros de altura, lo que da una idea de la cantidad de nieve acumulada a estas alturas del año.
El Mont Blanc nos saluda como todas las mañanas.
A disfrutar hasta el último minuto!
Esta foto está tomada a la vuelta de una jornada de esquí sobre las 17h y os puede dar una idea del calor que hacía.
Y ya para terminar es la hora de comprar algún recuerdito y preparar el equipaje
A diferencia de la ida, en la vuelta si que paramos en un área de descanso de las autopistas francesas y debo dar la razón a los comentarios que hace Nacho en su guía acerca de lo bien acondicionadas que están.
Adiós Alpes!