Después de la "nevaona"
Sábado 24
Las previsiones no eran muy buenas, y aunque el viernes a la una de la mañana había -10ºC, se cumplieron los pronósticos y amaneció nublado, orbayando ligeramente y con temperaturas altas, de casi 5ºC a las 9 de la mañana.
La nieve se estropeó mucho, de polvo se pasó a húmeda y paposa en unas pocas horas. Con este panorama, decidimos hacer una ruta cercana al pueblo, a ver si el tiempo nos dejaba subir a alguna cima de los alrededores.
Nos pusimos los esquís en Villamanín y nos dirigimos a Rodiezmo por la orilla sur del río, unos 2´5 km muy llanos.
Dejamos atrás Villamanín.
Y al fondo, Rodiezmo.
Llegando al pueblo.
Decidimos tirar hacia Las Coladillas, de 1500 m, cuya ladera norte tenía buen aspecto para bajarla, y subiremos por la sur, para ello tiramos hacia la Collada de San Antón, por donde viene el Camino de San Salvador que une León y Oviedo.
Cruzamos las hoces, barridas por el aire.
Una vez pasadas, giramos por una vallina al este.
Llegando a cima hay buenas vistas del valle de La Tercia. Ya sólo queda bajar hacia Rodiezmo de nuevo.
Domingo 25
Por fin amanece despejado, con -9ºC y una nieve heladísima, así que decidimos ir al Cellón(2029 m), para bajar su cara sur-suroeste y así darle tiempo a que el sol rompiese un poco el hielo. Nos dirigimos hacia el Puerto Pajares y dejamos el coche en un aparcamiento muy grande que hay junto a donde se guardan las quitanieves, a 1360 m, muy cerca de la linde con Asturias. Al llegar a las 12 aquello parecía La Castellana en hora punta, nos costó aparcar incluso.
Comenzamos la pateada, al fondo el aparcamiento.
Se aprecian los surcos producidos por la lluvia del sábado.
Vamos subiendo y se ve la vertiente asturiana del puerto y Peña Ubiña al fondo.
La cara norte del Cellón tiene una bajada espectacular por la vertiente asturiana.
A 1870 m decidimos hacer un primer descenso para pillar una pala muy guapa, mejor que la de cima. Se veía gente con raquetas y esquís más arriba. Primero, la foto de equipo.
Un primer descenso de algo más de 300 metros de desnivel y hay que volver a poner pieles para subir otro poco. Desde aquí se ve Arbas y la mina que había.
Remontamos hasta unos 1700 m, para disfrutar de otro descenso de 350 metros hasta el aparcamiento. Al fondo, la estación de esquí de Valgrande-Pajares en su mejor día de la temporada.
Espero que os haya gustado, un saludo.