La estación de montaña de Vall de Núria situada en el Pirineo Oriental se encuentra en un paraje de una riqueza natural y paisajística única, en el término municipal de Queralbs, dominando uno de los puntos más elevados del valle de Ribes y rodeada por cumbres de casi 3.000 metros. Y todo ello a menos de una hora y media de las ciudades de Barcelona y Gerona.
La propuesta de Vall de Núria es disfrutar de este paisaje espectacular de alta montaña con un transporte singular: el tren cremallera. Esta es una de las dos únicas líneas de ffcc de cremallera que funcionan actualmente en España junto al de Montserrat, ambos gestionados por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya. Esta línea empezó a gestarse allá por 1.917 cuando se planteaba la posibilidad de unir por carretera el valle de Nuria con Ribes de Fresser puesto que este valle ya contaba desde mediados del siglo XII con afluencia de peregrinos, aunque inicialmente se construyera un refugio para pastores.
Hay que recordar que el valle de Ribes ya era por aquel entonces un enclave básico para entender el desarrollo de los deportes de invierno en nuestro país, en 1.911 la I Gran Semana de los Deportes de Invierno congregó en el valle a más de 5.000 personas que llegaron a Ripoll en tren para posteriormente trasladarse a Ribes en tartana puesto que la línea Vic-Ripoll-Puigcerdà-Latour de Carol/Enveitg no queda completada hasta el 1.929 y el ffcc llega a Ribes de Fresser en 1.919 tras inaugurarse el tramo que enlazaba con Ripoll de la línea Barcelona-Sant Joan de les Abadesses.
Este icónico ferrocarril cuenta con un recorrido de 12,5 km y supera un desnivel de más de 1.000 metros, de los 12,5 kms de vía métrica, siete de ellos están dotados con cremallera central, necesarios para salvar las rampas de 150 milésimas. La construcción de la línea se completó en 1.931, en concreto el 22 de marzo se realizó el viaje inaugural. La Guerra Civil trajo serias afectaciones al servicio puesto que por su proximidad a Francia en época de maquis los controles policiales era tremendamente exhautivos hasta el punto de llegar a tener que poseer un salvoconducto para realizar el viaje.
El boom turístico de los sesenta fue su segunda juventud pero la escasez de inversiones en el material rodante con el envejecimiento y aumento de costes que ello conllevaba hizo que en 1.981 la Generalitat entrase a formar parte del accionariado y del consejo de administración de FMGP (Ferrocarriles de Montaña en Grandes Pendientes) quien era la concesionaria desde 1.924 y posteriormente en 1.984 FGC pasase a hacerse cargo de la explotación de una línea que es en si misma una experiencia única que garantiza el disfrute de mayores y pequeños. Si queréis conocer más sobre la historia del tren cremallera hay una interesante exposición ubicada en la estación de Ribes Vila.
Por si esto no fuese ya poco aliciente para conocer esta pequeña joya puedes complementar la excursión deslizándote por las variadas y encantadoras pistas de su estación de esquí pensada especialmente para el público familiar y que además cuenta con un sinfín de actividades para satisfacer las demandas de todo tipo de visitantes, actividades como del parque lúdico para los más pequeños o las excursiones con raquetas de nieve o esquís de montaña por los alrededores del Santuario.
Y ya que hemos hablado de la historia del esquí a través del cremallera solo nos queda hablar de la historia de sus remontes, es en 1.942 cuando se inauguró el primer remonte mecánico de Vall de Núria: el funicular de la Coma del Clot (sustituido por un telecabina pulsado en 1.988), y en 1.947 entraron en funcionamiento el telesquí el santuario y el telesilla del Pic de l´Àliga. En 1961 se inauguró el telesquí Jordi Monjo, que no tardó en recibir los sobrenombres de La Pala y del Bosc. En 1.979, el telesquí Cabana dels Pastors sustituyó al del santuario. En 1.993 entró en funcionamiento el telesquí Finestrelles y se inauguró el telesilla cuatriplaza de la Pala, en sustitución del telesquí Jordi Monjo.
Para disfrutar plenamente de este bonito enclave pirenaico durante más de un día, cosa que personalmente os recomiendo, podéis alojaros en el Hotel Vall de Núria 3* o en los Apartamentos Sant Josep; ambos alojamientos situados en el edificio del Santuario. Una experiencia que vale la pena vivir; dormir a 2.000 metros de altura en un entorno como este es toda una experiencia, además tras las últimas remodelaciones estos confortables alojamientos cuentan con todas las comodidades y cuentan además con otro aliciente como es el de poder degustar cocina típica catalana de montaña.
Podéis descubrir todas las actividades que han preparado para estas fiestas, y obviamente para cualquier otro momento, en su web: http://valldenuria.cat/