En abril del 2009 un violento terremoto sacudió esta región y en particular su capital de provincia: L'Aquila .
El sismo se cobró muchas víctimas y causó numerosos daños al patrimonio artístico y a la economía, sin embargo los remontes no sufrieron las consecuencias.
Hasta primeras hora de la mañana no había decidido en cual de las dos estaciones, Campo Imperatore o Campo Felice , pasar el día, pero sabía con toda certeza donde había reservado el apartamento: S. Stefano di Sessanio , que es uno de los burgos medievales más bellos de Italia .
Este burgo medieval es una aldea enteramente construida en piedra calcárea banca, cuyo candor se ha ido apagando con el paso del tiempo.
Las calles que lo atraviesan, a recorrer rigurosamente a pié, se presentan llenas de rica variedad, desde los tortuosos empedrados que sempiternos, nos conducen a la Torre, al largo recorrido recabado entre las casas para protegerlas de la nieve y de los gélidos vientos invernales.
Pertenecen al dominio de los Medici (famosa familia de Firenze) los pórticos de elegante linea, las galerías arcadas, las ventanas en piedra finamente trabajada y decorada por manos expertas, los maravillosos arcos ojivales y los voladizos de los balcones.
No existiendo auténticos muros de defensa, el centro medieval está circundado de edificios sin solución de continuidad que tuvieron la función de casa-muro, como muestran los diminutos y encantadores ventanucos.
Actualmente el burgo está habitado por unas 70 a 100 personas y es un lugar alejado del turismo de masas.
La recepción de huéspedes viene gestionada con la fórmula “ albergo diffuso ”.
Este tipo de acogida es un modelo de recepción hostelera sita en un único burgo, guarnecido con una serie de estancias cercanas entre ellas pero con una única recepción, y en grado de abastecer de servicios hoteleros estándar a todos los hospedados.
El modelo “albergo diffuso” nace con la intención de recuperar inmuebles rurales en pequeños núcleos montañeses en progreso de abandono por un creciente fenómeno emigratorio y de escaso dinamismo económico.
Aun son claramente evidentes los daños causados por el terremoto.
¿Mi alojamiento? Mmm, alguno podría calificarlo como tugurio , otros como un sitio encantador y romántico como sólo pude serlo un alojamiento rural, apenas alterado y capaz de transportarte en el tiempo.
¿Yo? Habituado como estoy a ser el centro de atención y circundado de paparazzi , he apreciado en todo momento la tranquilidad del sitio.
Lo que mas me molesta es que aún teniendo una desmesurada imaginación , esta vez no consigo contar nada del après-ski.
El desayuno, compuesto de abundantes productos regionales, era servido por la gente del lugar. Todo estaba hecho allí: la crostata, el Pan de España, las confituras, el pan, los quesos y el embutido cortado a mano para los clientes... Mereció la pena demorarse un poco y poder dedicar a tan exquisitas vituallas la merecida atención.
Después de este frugal desayuno llegó el momento de ir a esquiar, al final mi elección recae sobre:
30 km para llegar a Fonte Cerreto/Assergi desde donde sale el funicular Gran Sasso d'Italia , único punto de acceso a las pistas.
Por casualidad, leyendo el periódico en el bar que se encuentra en la base del funicular, encuentro un artículo sobre todas las estaciones de Abruzzo en el que son evaluadas con nota por sus características, desglosadas en precios y servicios, accesos...
Campo Imperatore está muy bien valorada por el acceso a la estación, aparcamientos, posibilidad de esquiar fuera pista y el precio del skipass;
por otro lado, apenas llega al suficiente en lo concerniente a los servicios de recepción, remontes, pistas y ambiente.
Por una vez creo un artículo se corresponde con la realidad y no engaña ningún cliente.
Si se tiene suerte, se consigue encontrar sitio para aparcar el coche a 100 metros del acceso del funicular, si no, se puede dejar en el gran aparcamiento gratuito, a 600-1000 metros, desde donde un servicio skibus nos acerca al funicular sin costo alguno. Aunque sólo durante los fines semana.
El precio del skipass es aceptable, 25 euros en días festivos y 16 euros en los laborables... ciertamente no es una gran estacion.
A este precio es necesario añadir 3 euros por la skidata, la tarjeta magnética del skipass
Atención, no es retornable, la tarjeta no se puede devolver para obtener los 3 euros de vuelta, nos la quedamos y puede ser usada en cualquier estación europea que utilice este soporte magnético
El funicular, reconstruido la ultima vez en el 1990, nos lleva en 7 minutos, de la cota 1130 a la cota 2130 con la cabina Pininfarina, de 100 personas de capacidad
Sale cada 30 minutos.
Hay itinerarios fuera pista que comienzan en la cima y llegan hasta el valle, por desgracia no hay bastante nieve para bajarlos, aunque alguno lo hará sabiendo bien que luego le espera una larga pateada con los esquís o la tabla al hombro.
A la salida del funicular se puede optar por ponerse inmediatamente los esquís o recorrer un túnel/galería que nos lleva a otro edificio donde está el bar, el alquiler, puesto de socorro y el hotel Campo Imperatore devenido histórico por haber hospedado a Benito Mussolini en el 1943 durante su arresto.
En Campo Imperatore hay un Observatorio astronómico cuya construcción llevó 7 años (del 1948 al 1955) y que finalmente vio la luz en 1958. Originalmente equipado con un telescopio Schmidt 60/90 cm., la estación ha sido sucesivamente ampliada con la construcción del ala este y de una segunda cúpula. Tal cúpula contiene un telescopio propiedad del observatorio de Kulkovo AZT24
Hay solamente dos remontes:
Silla Fontari (1935m - 2130m) que da servicio a 3 pistas ( Fontari, Genziana, Osservatorio )
Silla Scindarella (1880m - 2199m) que da servicio a 4 pistas ( Aquila bianca, Variante Aquila Bianca, Narciso, Mirtillo )
Junto a la partida de la silla Fontaria está el punto de restauración.
Si bien ahora no se puede descender hasta el valle por los fuera pista, hay en todo caso otros sitios donde practicarlo.
Vista del valle de L'Aquila
Los remontes cierran a las 4 y la ultima bajada al valle del funicular es a las 17.
No nos queda otra que subir con el coche y tomar el camino a casa, esta vez no haremos el trayecto por autopista, sino otro más venturoso, recorriendo las carreteras donde pueden ocurrir particulares encuentros,
y pasar por Amatrice o Ascoli, pueblos famosos por dar nombre a algunos de los platos característicos de la cocina italiana, los spaghetti a la Amatriciana u olivas a la ascolana
¡Porque no se vive solo de nieve!