La mayoría de la población es extranjera, y entre ellos la mayor parte españoles, franceses y portugueses. Así que dada la diversidad de población, aunque el idioma oficial es el catalán, no tendremos problema alguno si hablamos castellano, francés o inglés e incluso en muchos sitios portugués, ruso o italiano.
El país ha vivido un revolucionario desarrollo en la segunda mitad del pasado siglo gracias al cambio de una economía basada en agricultura y ganadería a una basada en el sector servicios, con el turismo y su condición de paraíso fiscal como bandera.
Una de las mayores fuentes de turismo son los deportes de invierno, motivados principalmente por una de las mayores concentraciones de remontes en el mundo y la existencia de dos grandes dominios comerciales en el principado: Vallnord, compuesto por dos sectores separados (Pal-Arinsal y Ordino-Arcalís) y Grandvalira, que surge de la unión de las mayores estaciones de sus montañas (Pas de la Casa-Grau Roig y Soldeu-El Tarter). Además de estos dos grandes dominios existe aún una microestación de alpino, el Parador de Canaro, ya que la otra que aún era independiente (Peretol) forma parte desde hace pocos años del dominio Grandvalira como un snowpark nocturno.
Precisamente fue en Grandvalira donde se inició el desarrollo de los deportes de invierno en el principado. Concretamente todo empezó en el Coll Blanc de Pas de la Casa en los años 50, con la instalación de un telesquí por parte de Francesc Viladomat, padre de una de las sagas familiares más influyentes de Andorra y de la empresa SAETDE, una de las sociedades gestoras de Grandvalira, que además gestiona estaciones de esquí en tres continentes a través de su filial Pas-Grau Internacional.
Así se desarrolla la estación Pas de la Casa, que poco a poco se expande hacia la zona de Cortals a través de Grau-Roig. En la década de los 60 se instalan los primeros remontes en la zona de Soldeu, que va creciendo hasta formar Soldeu-El Tarter y más tarde se expande hacia la zona de El Forn (Canillo), pasando el control finalmente a la sociedad semipública ENSISA.
Pese a que durante años las pistas de Pas de la Casa-Grau Roig y Soldeu-El Tarter estuvieron prácticamente juntas, no fue hasta principios del siglo XXI cuando finalmente las dos sociedades que controlaban las estaciones consiguieron llegar a un acuerdo en sus tensas relaciones para formar el que hoy es el dominio más grande de la Península y uno de los de los mayores del mundo por volumen de esquiadores, por delante incluso de gigantes como la francesa Tignes.
Con la incorporación de la microestación de Peretol, reconvertida en un exitoso snowpark y las nuevas pistas de Canillo, Grandvalira tiene hoy en día más de 200 km de pistas balizadas.
Pero no todo han sido éxitos, la estación vio truncada hace pocos años su expansión hacia Francia y la unión con la estación francesa Porte-Puymorens a través de un resort intermedio. El llamado Porte de Neiges se llegó a crear y actualmente se encuentra completamente desmantelado, principalmente por problemas con la administración francesa, aunque también por los propios conflictos internos de las sociedades.
Por lo tanto, desaparecido Porte de Neiges, actualmente la estación está dividida en 6 sectores con accesos diferenciados: Pas de la Casa, Grau-Roig, Soldeu, El Tarter, Canillo y Encamp.
En un futuro no muy lejano es posible que estemos hablando del séptimo acceso a través de Bordes d'Envalira y Peretol, bien sea con la instalación de un nuevo remonte o a través del telesilla de Pla de les Pedres, que ya en su momento fue diseñado dejando abierta esta posibilidad. Tambíén se ha vuelto a abrir la puerta a una hipotética ampliación hacia Francia y otros proyectos hacia Soldeu o Cubil o incluso la unión física con Vallnord. De todas formas en la coyuntura actual, y con SAETDE volcada en su expansión internacional es más probable que se trate de simples conjeturas.
De esta forma este es el aspecto que presenta en la actualidad el plano de pistas.