La Valleé Blanche por el lado Italiano
Bien sabido es, que cualquier descenso o pista, varía en dificultad en relación al estado de la nieve. Una pista sencilla y pisada se puede convertir en temible en presencia de nieve helada o placas de hielo, mientras que corredores estrechos de gran inclinación, se convierten en un juego en presencia de nieve asentada con dos dedos de polvo. Esto es especialmente remarcable para este descenso, que puede ser una excursión cuasi dominguera, un descenso infernal, o una alegoría de nieve polvo tras una buena nevada. Indico esto porque ésta es la diferencia que marca si vale la pena coger o no guía, aunque os indico que con o sin guía es obligatorio el uso del ARVA, y recomendable conocer la técnica de rescate en grietas y el material necesario. Una ventaja de coger guía es que el retorno a Courmayeur te lo gestionan ellos.
En nuestro caso, fue una excursión plácida, con temperaturas agradables de -5ºC (para la altitud es casi calor…), y que las imágenes dejan evidencia mejor que mis palabras:
Antes de iniciar la subida a Punta Hellbroner en tres tramos de teleférico hay que prepara el material (arnés, ARVA, etc…). La salida del teleférico está a 2 kilómetros aprox. De Courmayeur pueblo, y a 200 metros de la salida del Túnel del Mont Blanc.
Mi compañero Oscar preparándose para la subida.
El último tramo se realiza en un teleférico tamaño frigorífico que angustia, sobretodo porque nos metemos como sardinas y falta hasta el aire…
Ultimo tramo de subida, al fondo del valle Courmayeur, a la derecha su estación de esquí.
Cuando llegas arriba, el Mont Blanc te da la bienvenida
Hay que tomárselo con calma, porque la altitud afecta, ya que se pasa de La Palud a 1.370 mts., a la Punta que está a 3.462 mts.
La vista sobrecoge allá donde mires
Las medidas de todo son enormes, para muestra, los puntos que veis abajo son personas cruzando el glaciar
La Déant du Gegant a la derecha
Y el precipicio hacia otro lado
Solo para ver la vista ya vale la pena subir hasta aquí, este es el mirador que hay arriba
Tras comprobar el ARVA, se sale al glaciar por una estrecha pasarela, a partir de este punto empieza la alta montaña y el riesgo es tuyo
A partir de aquí se inicia un mundo mágico con nombres míticos, El Tacul, La via Bonatti, Les Jorasses, y hielo, mucho hielo
Siempre atentos a los puentes de nieve y las grietas, aunque en estos días y tras grandes nevadas, el peligro era realmente bajo
Justo antes de que se inicie la gran cascada de hielo, se juntas los itineraruios clásiccos de los que vienen de Chamonix vía Pic du Midi (incluso arriba se aprecia la antena del Pic du Midi)
Inicio de la bajada de la cascada por su lateral, y luego el gran valle
Uno se siente realmente pequeño aquí.
Seracs vivos en la cascada
Un caos de hielo
Hay que pasar con cuidado algún paso hasta la reunión, sobre todo al cambiar de vertiente tras el paso de la cascada
Y aquí se inicia la larga lengua de hielo (si os fijáis hay unos puntitos negros que son personas, os dará idea de la medida)
Y atrás queda ya la cascada
Parada de rigor para reponer fuerzas (la temperatura en esta nevera empieza a bajar rápidamente…)
Otros glaciares laterales que alimentan la Vallé
Aunque esta parte es un largo plano no hay descuidarse…
Al final hay 2 opciones, o subes las escaleras hasta el trenecito que te lleva a Chamonix, o bajas hasta Chamonix esquinado (previa subida infernal andando por una pala helada…). Suerte que te recibe un quiosco al sol
Solo la vista de Chamonix desde aquí, ya te compensa…
La bajada hasta chamonix es un tobogán helado con alguna piedra que otra… pero vale la pena llegar al pueblo esquiando
Una vez en Chamonix, y tras la cervecita en la terraza de rigor, un bus te devuelve a La Palud.
Como resumen diría que una vez en la vida vale la pena hacerla. No es caro, no es difícil (condiciones mediante), y es realmente impresionante. Si lo que se busca es dificultad o nieve virgen, recomiendo otros itinerarios o el helicóptero (que en el lado Italiano no paran). También se pueden realizar descensos por sitios diferentes al descenso clásico, donde la dificultad la puedes ir aumentando. Dedicar un día a este descenso (con calma, fotos y retorno se te va el día), y más si se hace un grupo de amigos o familia, me parece una gran opción fuera de las estaciones, un día diferente de alta montaña.
Espero os haya gustado.
Un abrazo.
WEDELN