Una vuelta en ratrac

Hemos subido a una ratrac, las máquinas que dejan las pistas de esquí en óptimas condiciones para afrontar la siguiente jornada de esquí. Para que todo esté a punto son necesarias muchas horas de trabajo previas. El trabajo se reparte en dos turnos desde que cierra la estación sobre las 5 de la tarde hasta las 8 de la mañana del dia siguiente.
Todas estas imágenes corresponden a Gran Pallars Espot Esquí justo cuando empieza el primer turno. En total son tres las máquinas pisapistas que trabajan durante toda la noche.
Subimos, entonces, a la ratrac que nos llevará por toda la estación de esquí de Espot.







Aquí el maquinista,


Primero de todo cogemos la máquina a pie de pistas y subimos la rampa hasta la zona de la cafeteria y allí vamos a la caseta de control de la estación donde se prepara minuciosamente el plan de trabajo a realizar aquella noche












Una vez hecha la planificación cogemos la máquina y empieza a pisar la nieve, primero si es necesario se oxigena la nieve, se levanta para que coja aire y luego se vuelve a pisar a la vez que se allanan las irregularidades de la pista, también se repasan los márgenes laterales y se extiende toda la nieve que han fabricado los cañones de nieve artificial. En definitiva, se trata de dejar las pistas a punto.













Los maquinistas se comunican via radio entre ellos para cualquier incidencia. A la una de la mañana, cuando empieza el segundo turno, tiene lugar el relevo, se intercambian información y el relevo hará el resto de las pistas pendientes de pisar.























Cuando empieza a anochecer aun podemos ver los últimos rayos de sol que iluminan a la Pica d'Estats, la montaña más alta de Cataluña.

























A lo largo de la jornada laboral hay que llenar el depósito de gasoil de la máquina, unos 200 litros aproximadamente son los que caben y se tarda unos 10 minutos en llenarlo, momento que se aprovecha para descansar un poco o hablar por teléfono.












Estas fotografias muestran los cuadros de mando dentro de la cabina. La ratrac es una Pisten Bully 600, una potente máquina que pesa unas 11 toneladas con 400 caballos de potencia y que se mueve a una velocidad de unos 20 Km/h. La cabina es muy confortable. La palanca que parece un Joystick es la que mueve la pala delantera.
















Y aquí nos despedimos del maquinista que sube de nuevo a la montaña para continuar su labor, aún le quedan horas por delante.



Fotos: Silver & Pyrene
Gran Pallars Espot Esquí
Invierno 2010