SAN ISIDRO: Lo pequeño es hermoso
Un reportaje de Carlos Alameda con imágenes de la temporada 2006/07
(Pulsar con el ratón en las imágenes para verlas ampliadas)
LA ESTACIÓN: Datos de la estación de San Isidro:
Telesillas 4
Telesquís 8
Cintas Transportadoras 3
Total Remontes: 15
Cota Máxima: 2.100 metros. Cota Mínima: 1.500 metrosPistas balizadas:
Verdes 4
Azules 8
Rojas 11
Negras 2
Total Pistas: 25
Total Kms.: 24
Como afirmaba Schumacher (no el piloto de F1, sino un pariente suyo lejano mucho menos famoso ya que sólo fue uno de los más ilustres pensadores de la historia de la economía del pasado siglo), “lo pequeño es hermoso”. San Isidro es una prueba fehaciente de cuanta razón tenía ese que se llamaba como el ex de Ferrari. Una estación como la nuestra, tan pequeña que sólo ofrece 24 kilómetros distribuidos en 25 pistas parece no poder competir frente a los cientos y cientos de kilómetros y de pistas con las que cuentan esos inmensos dominios esquiables que salen en las revistas especializadas, pero el encanto y la magia que esconde tiene cautivados a los adictos a sus montañas, para quienes San Isidro es (por lo menos) tan divertida y hermosa como las mejores estaciones de esquí del mundo.
Si bien a primera vista puede parecer que Sani es muy poca cosa, nada más lejos de la realidad. Cuando oigo hablar de los 3 Valleés en los Alpes franceses, calculo que no son tres, ni cuatro, los que tenemos aquí. Y es que a los ya conocidos de Cebolledo, Requejines, Río Pinos y Salencias, este año añadimos en la cuenta el de Fuentes de Invierno de reciente apertura... ¡toma valles!
Dicen los suertudos que viajan a la búsqueda de los paraísos nevados, que en Canadá, Chile o en Argentina hay una barbaridad de fuerapistas salvajes en los que puedes, acompañado por un guía, eso sí, catar nieve virgen en estado puro. Qué bien, comento al escucharles. Pero aunque no se lo digo para que no crean que es la envidia la que habla por mi boca, pienso que menudo rollo eso de tener que ir con el guía para salir de las pistas y perderte entre palas y montes. Lo bonito de hacer freeriding es el silencio y la tranquilidad que se disfruta perdido en un entorno salvaje. No me imagino pateando camino del Toneo, siguiendo a un guía. Además, seguro que sale carísimo y hay otras cosas mucho mejores en las que gastar los euros.
Pero sobre todo, lo que hace que Sani sea la mejor estación del mundo es que la tengo al lado de casa. Seguro que las instalaciones en los Alpes Suizos son una pasada, pero el verdadero lujo es estar con la caña puesta y en cuanto llega un día con sol y nieve, poder subir al coche y en una hora de reloj estar bajando por el Gran Cañón de Cebolledo o dejando huella en las palas de Río Pinos.
Se puede ir desde León, por Boñar y Puebla de Lillo, o desde Asturias, vía Cabañaquinta y Felechosa.
Se llega primero a Salencias, en la parte baja, una zona que cuando tiene nieve acoge sobre todo a debutantes, a domingueros y a turistas, porque los esquiadores de verdad están todos en Cebolledo, Río Pinos y en Requejines, los tres valles que forman el cogollo de Sani, y situados a unos 3 ó 4 kilómetros por carretera desde Salencias.