Así que buscar un alojamiento más cercano al volcán, cenar y a la piltra....
Al día siguiente una sonrisa nos invadía la cara cuando vimos que las predicciones se habían cumplido.....
Desayunar... y para el coche hasta la base de la estación.
El coche lo tuvimos que dejar a unos 1300 m, junto a un innumerable numero de furgonetas de las distintas agencia de deportes de aventura que nos iban a acompañar hoy en la ascensión.
Ascendiendo un poco se llega hasta un telesilla, el cual lo puedes coger para ahorrarte 400 m de desnivel de los 1550 m que tendrá toda la ascensión.
Mi padre se dirigió hacia el telesilla, pero cuando vio que yo no lo hacia, me pregunto "pero a donde vas??? No vas a coger el telesilla???" a lo que le respondí "oyes tu, que nosotros somos unos consumados alpinistas... cogerlo seria hacer trampa!!!" y oír no le oí, pero seguro que diría algo parecido a "joder con el niño de los huevos...., pues si el no lo coge yo tampoco lo cogeré no...???"
Así que se puso detrás de mí pasando del telesilla...
A la izquierda se ve el telesilla y el punto en el cual te deja...
He de decir que al principio comenzamos a ascender andando los dos, pero hubo un grupo de unas 12 personas que pensaron igual que nosotros y subieron también a pata.
Este era el gentío que se acumulaba en la salida del telesilla. Eran grupos que venían con el guía, previamente contratado en una de las innumerables agencias de Pucón. Te facilitan todo, ropa, botas, crampones, piolet.... incluso alguno alquiló también alguna tabla de snow o unos skis.
Comenzamos la ascensión con algún grupo por delante, pero enseguida les dimos caza y les dejamos atrás, ya que los grupos son lo que tienen, el ritmo lo marca el más lento.
Comenzamos la ascensión con una nieve bastante dura y muy buena para andar. Había algunas huellas (imaginamos del día anterior, ya que aunque no hizo bueno del todo, hubo gente que se animó con el volcán), pero según íbamos ascendiendo la nieve cada vez estaba más dura al igual que la pendiente, además había momentos en los que la huella desaparecía haciéndonos dudar que trayectoria era la más correcta.
Hasta que llega un momento que nos encontramos con puro hielo....
Mi padre se empieza a acojonar, y se va quedando atrás. Incluso algún grupo le pasa.
Yo le comento que no lo veo muy claro el tema del descenso con la tabla, pero que subir subo...
Al final sé hecha para atrás y me dice por el walkie que no sube y que comienza a bajar....
Le intento animar diciendo que no esta tan mal, pero na!
Un ultimo vistazo hacia el cráter, un aliento y a seguir....
Pero me doy cuenta de que ya por esta zona no voy a poder bajar con la tabla. Y esto, unido al viento que azota y me desequilibra con la tabla en la espalda, decido dejar la tabla a escasos 100 m de la cumbre.
El paraje cada vez es más alpino...
Un vistazo para atrás, para mirar al volcán que se nos resistió..... ummm, que pena...