1ª PARTE: PISAPISTAS:
Empezaremos por algo de teoría, que nunca viene mal para comprender este mundo.
Una máquina pisapistas es un vehiculo movido por diez ruedas (5 para cada lado), y cuyos neumáticos son unas “orugas” que se agarran perfectamente a la nieve:
Se compone de un motor térmico diesel de 300 CV. de potencia, el cual acciona a su vez a una serie de pares de vávulas hidraúlicas que accionan mediante una serie de mecanismos cada uno de los juegos de ruedas independientemente entre ellos, de tal forma que una oruga puede ir hacia delante y la otra hacia atrás, de esta forma la máquina se puede mover sobre su propio eje. Hay que destacar que estas máquinas solo tienen acelerador, no poseen freno ni embrague, la misma máquina es capaz de retenerse a si misma. La velocidad máxima que puede alcanzar se acerca a los 20 Km/h, aunque la propia máquina limita la velocidad dependiendo del peso extra que se lleve. Es capaz de superar pendientes de hasta 35°. La capacidad del depósito es de 160 litros, con un consumo aproximado de 20 litros a la hora. En la foto un detalle del motor:
El precio una máquina oscila los 240000 €, unos 40 millones de las antiguas pesetas. Y en España de momento no es necesario ningún permiso de conducción para llevar la máquina, a veces las estaciones tienen cursos a nivel interno para formar a algunos empleados, aunque en Cataluña se está empezando a formar a especialistas en la materia. No es necesario saber esquinar para poder pisar las pistas, aunque si es muy recomendable.
Estas son las partes principales de la máquina (foto), si os fijáis, tanto la cabina como la plataforma se levantan para poder ser más accesibles de cara a las revisiones y reparaciones:
Al interior de la cabina no le faltan comodidades y detalles, tiene capacidad para dos/tres ocupantes y no le falta calefacción, asientos ergonómicos con ajustes dorsales y lumbares, volante regulable, ajuste automático del cinturón, radio, altavoces, lunas y espejos retrovisores térmicos, doble pantalla en la luna, y un sinfín de pequeños detalles. Además la cabina tiene incorporados focos frontales y traseros, ya que la mayoría de las veces, estas máquinas se usan de noche o en condiciones meteorológicas adversas.
Como se puede apreciar en la foto, hay otros tres elementos indispensables en la máquina a parte de los motores, la cabina y las orugas.
La pala se usa para mover nieve o sacarla de donde sea necesario para llevarla a otro lugar, se sitúa en la parte delantera de la máquina y es con la que se puede mover la nieve en cualquier dirección, está formada por una pala central y dos extensiones laterales llamadas orejas, las cuales tienen movilidad independiente entre ellas.
Con las orejas abiertas totalmente, se consigue la anchura máxima para pisar, que es de 4,80 m. La pala es controlada desde el interior de la cabina por una palanca o mando muy parecido a un joystick:
La palanca de mandos de la pala (foto) tiene doce posiciones , las cuales puede ser usadas de forma simultanea (todas a la vez), en la siguiente foto se detallan de forma aproximada las diferentes posiciones: arriba, abajo, izquierda, derecha, angulación frontal (arriba / abajo), picar a la derecha, picar a la izquierda, oreja derecha, oreja izquierda y orejas simultáneamente (abrir / cerrar). Cada una de estas posiciones tienen que ser controladas en todo momento por el conductor de manera rápida y sabiendo utilizar cada uno de los movimientos simultáneamente.
Por otro lado encontramos la fresa, este es un elemento motriz metálico de forma cilíndrica e impregnado de una serie de afiladas puntas (fresas), se sitúa en la parte trasera de la máquina. Su función es la de fragmentar la nieve dura o en el peor de los casos, el hielo que pueda haber en pistas. Como se pueden encontrar muchos tipos de nieve, la fresa está preparada para ser controlada por el maquinista desde la cabina mediante la palanca correspondiente, este mando tiene tres posiciones, que otorgan a la fresa más o menos presión. De este modo, para la nieve polvo o recién caída se usa una presión mínima y para nieve muy dura y hielo se usa la presión máxima, que viene a ser el propio peso de la fresa mas un extra. El nivel intermedio es el que más se suele usar, ya que es una presión muy polivalente que se adapta a la mayoría de los tipos de nieve.
A parte de la presión, también se puede graduar el corte de la fresa en una escala de cero a diez; con un nivel 0, el corte sería mínimo, se usa para nieve polvo, y en otro extremo (10) el corte es máximo y solo se usa para hielo.
Destacar también el matiz de que la fresa puede ir en ambos sentidos, es decir, girando en el sentido de la marcha o al contrario. Dependiendo de las condiciones de la pista y sobre todo de la pendiente se puede elegir un sentido u otro, aunque en la mayoría de los casos se pisa en el sentido de la marcha y el uso de la fresa en sentido contrario se reserva solo para pendientes muy fuertes en las que la fresa ayuda a retener a la propia máquina y además es idóneo si no interesa arrastrar la nieve.
Por último también se puede regular las revoluciones de giro de la fresa, a más revoluciones, más se bate la nieve, esto significa que se produce una mayor oxigenación de la nieve y por tanto quedará una nieve más seca, de esta forma interesaría batir por ejemplo la nieve primavera, ya que contiene mucha más agua que la nieve polvo, que ya es más seca de por sí.
A veces en pistas se ven una especie de “bolillos” de hielo, estas formaciones son causadas por una falta de revoluciones en la fresa o porque la pista se ha pisado muy rápido y la fresa no ha tenido tiempo suficiente para batir el hielo, de ahí que salgan pequeños trozos.
En la parte trasera de la máquina está la pieza que alisa y pisa las pistas, no es más que una pesada lona que por debajo tiene un dibujo rallado, de ahí la clásica imagen de primera hora de la mañana con las pistas perfectamente pisadas con el tapiz rallado.
El propio peso de esta lona hace que arrastre cualquier trozo suelto de nieve dejando la pista totalmente lisa:
A parte de todo esto, existe un elemento adicional que es usado solo en algunas ocasiones como elemento de seguridad , estamos hablando del cabestrante .
Se usa cuando las condiciones de la pista no son muy seguras y se puede perder el control de la máquina. El cabestrante es un cable enrollado de un grosor de 8 mm. accionado por una bomba que hace que gire y se valla enrollando, es similar al de un coche 4x4, aunque mucho más largo y pesado (unos 1500 Kg.); se engancha un extremo en la parte superior de la pista, casi todas las pistas de La Pinilla tienen uno o varios puntos de anclaje o si no los hubiera también se puede anclar a otra máquina puesta perpendicularmente a la pista; de ahí, el cable va enrollándose en la máquina, ante cualquier anomalía o perdida del control, el cable sujeta a la máquina para evitar el accidente. El cable tira de la máquina (subiendo) o retiene la máquina (bajando). Como detalle, hay que destacar que la luna de la cabina está formada por un doble cristal, el que da al exterior es de vidrio y el interior es de metraquilato, su función es la de asegurar que si el cabestrante se suelta, el cable no rompa la luna de la cabina y pueda lastimar a sus ocupantes, con la doble luna hay menos posibilidades de que se rompan ambas, en la foto un detalle de la doble luna:
Cuando se usan todos estos elementos en la máquina, puede llegar a pesar hasta 7 toneladas.
Con la teoría repasada, ya estoy en disposición de contaros como se pisan las pistas en La Pinilla:
Normalmente se suelen pisar las pistas justo cuando se cierra la estación, pero llegada esta hora, parece que una niebla “meona” ha decidido buscar cobijo en La Pinilla y encima la temperatura es baja, por ello se decide no pisar por la tarde, ya que si se hace esto, el día siguiente nos encontraríamos con pistas totalmente congeladas. Es esta la razón por la que el reportaje está realizado por la mañana…muy temprano:
Las tres máquinas de La Pinilla se ponen a trabajar, en un día de condiciones normales, se suele tardar en pisar entre tres horas y tres horas y media, aunque depende de si hay que mover nieve de los cañones, el tiempo puede alargarse más. Aún no ha amanecido y se trabaja para que las pistas estén listas antes de la apertura:
Los empleados se reparten el trabajo por zonas, de tal manera que a cada máquina le corresponda aproximadamente la misma extensión para pisar y cada maquinista conoce su zona y sabe donde puede haber más o menos nieve en cada momento, aunque en estaciones pequeñas como puede ser La Pinilla, los maquinistas conocen muy bien toda la estación y pueden intercambiarse las zonas si es necesario. En la foto realizada desde el interior de una de las máquinas, se está pisando la pista del Mirador:
Por ejemplo, para pisar el Mirador son necesarias unas 12-14 pasadas de máquina, lo cual lleva bastante tiempo, y estamos hablando solo de una pista. En la foto, de nuevo pisando el Mirador pero esta vez visto desde fuera. Si os fijáis, la pala se lleva levantada la mayoría del tiempo, ya que solo se usa para mover o extraer nieve puntualmente:
Las máquinas pisapistas, como vehículos que son, tienen sus riesgos y pueden sufrir accidentes ya que un maquinista puede perder el control de la máquina y tener que realizar una maniobra de emergencia, llevando la máquina hacia la pendiente para evitar que caiga pista abajo o clavando la pala para pararse. Uno de los maquinistas de La Pinilla nos comenta que al contario de lo que la mayoría de la gente piensa, el mayor peligro para una máquina no es el hielo, sino la nieve primavera , ya que esta última es muy pesada y se puede compactar en la parte inferior de la máquina creando una especie de “calzo” y como bien nos decía, “te puedes encontrar con que estás al volante de un trineo de 7000 Kg.”.
Es en días de nieve primavera o de nevadas copiosas donde hay que pisar grandes espesores, cuando sale a escena el cabestrante.
En la foto, una máquina pisando la pista de Pinilla II:
A parte de pisar las propias pistas, también hay que pisar las líneas de los telesquíes, aunque su labor se reduce a 1-2 pasadas. En la siguiente imagen, la máquina se encuentra pisando la linea del telesquí Pinilla II:
Y cuando subimos a la llegada del Tq. Pinilla II…menudas vistas, amaneciendo en La Pinilla con un mar de nubes en el valle, impresionante:
Tras pisar Pinilla II con unas cuantas pasadas de la máquina, nos disponemos a pisar también la llegada de la pista, que coincide casi con la zona de debutantes:
También nos comentan que el espesor mínimo para poder meter una máquina a trabajar es de 20 cm. , con menos nieve comenzarían a aparecer piedras y tierra.
Para evitar esta falta de nieve están los cañones, los cuales expulsan la nieve en un arco de unos 30 metros de longitud, si la nieve se dejase ahí, se acabarían creando montones de nieve a modo de saltos, pero en La Pinilla las máquinas tienen también trabajo con los cañones y no podrían trabajar uno sin el otro. De esta forma cuando un cañón fabrica nieve, una máquina pisapistas tiene que extenderla a lo largo de la pista o llevarla a zonas que demanden nieve, para mover la nieve se suele hacer con las orejas de la pala cerradas, para así no perder nieve por los laterales de la pala al estar en movimiento la máquina. La nieve no suele moverse hasta que no se la deja reposar unas horas para que se asiente y pierda gran parte del agua, de esta manera es mucho más facil de transportar. En la foto podemos ver a una de las máquinas dirigiéndose a mover la nieve del cañón que está a la izquierda:
El equipo de pisapistas nos hizo algún comentario tan simple como cierto: “hoy día, o dejas la pista como una tabla de planchar o la gente se queja”, según nos comentan, hace años los esquiadores estábamos más acostumbrados a encontrarnos bañeras y obstáculos en las pistas y cada día nos estamos volviendo más y más exigentes hasta el punto de quejarnos por cualquier desperfecto en las pistas. De hecho las pistas negras, por reglamentación no tienen que estar ni pisadas, ni balizadas; hay algunas pistas negras que no se pisan porque la máquina no puede meterse pero cada día son menos las que se dejan sin pisar. La verdad es que hoy Pinilla II ha quedado excelente, no nos podemos quejar:
Para terminar, el equipo de pisapistas de La Pinilla nos hizo hincapié en un tema que a simple vista parece no tener importancia, pero que puede ser muy serio. Se trata de respetar a las máquinas que trabajan en horario de esquí , ya que por lo que nos comentan, cuando la gente ve una máquina pisando siempre tiende a ir justo detrás de ella inconscientemente y sin tener en cuenta que las máquinas pisapistas son vehículos y como tales, se pueden ir en cualquier momento , los conductores no pueden estar pendientes de los esquiadores, ya que tienen suficiente con llevar la máquina correctamente. A parte de posibles pérdidas de control de la máquina, el propio conductor puede parar voluntariamente en cualquier momento y si no ve a un esquiador que va detrás, el golpe es inevitable y desde luego que no es la primera vez que pasa.
Si una máquina está pisando en horario de apertura de la estación es sin duda por razones extraordinarias, se suele señalizar, pero no siempre.
Capitulo a parte merecen las máquinas que pisan con cabestrante. Se puede dar la situación de que un grupo de esquiadores se quede hasta última hora y quiera hacer esa última bajada del día sin nadie en pistas…pues bien, a esa hora es muy probable que las máquinas pisapistas ya hayan empezado a trabajar, y sobre todo a finales de temporada con nieve primavera se usa cabestrante; esta combinación es explosiva y nos comentan que un cabestrante de una máquina no se ve cuando vas esquiando , con una tensión del cable que ronda los 2000 Kg. se convierte en un cuchillo en mitad de una pista, y si un esquiador se chocara contra él no hay que explicar quien saldría perdiendo. Además cuando la máquina se encuentra en la parte baja de las pistas, puede tener 700/1000 metros de cable tras ella y el maquinista no puede controlar si baja alguien por la pista. Desde La Pinilla nos piden mucho ojo con estos detalles que muchas veces pasan desapercibidos y que pueden causar daños tan importantes como evitables.
2ª PARTE: CAÑONES:
La pinilla consta de cerca de 200 cañones, de los cuales 22 son de tipo rubí, de la casa York, novedad de esta temporada, estos producen mucha más nieve, de mejor calidad y con menos consumo de m3 de aire, y electricidad, con la mitad o menos que cualquier cañón, se puede producir mas y mejor nieve.
Todos los cañones de la estación se encuentran monitorizados en un ordenador situado en la “Sala de máquinas 1” (situada junto a la pista de La Fábrica), donde se recoge información en tiempo real de cada uno de ellos:
A lo largo de todas las pistas hay sondas que dan la temperatura instantánea en cada punto (foto), dependiendo de las temperaturas que marquen las sondas se decide si hacer más nieve, menos o variar la calidad. Cada sonda va manipulada por otra contigua por si alguna de ellas falla, de esta manera no se arrastran errores. Cuando una sonda ya no marca la temperatura optima, los cañones se apagan automáticamente , de esta manera no hay que estar cerrando manualmente las llaves de paso y lo hace mucho más fácil, cómodo y seguro. Si hubiese cualquier tipo de problema de electricidad, agua o aire, o simplemente cuando se para el cañón, cada uno de ellos tiene un sistema de desagüe y automáticamente el cañón queda vació de agua. Esto no pasa con los de baja presión, en los cuales este proceso hay que efectuarlo manualmente.
En la parte inferior de la estación se ubica la “sala de bombeo”, esta se encarga de bombear y suministrar agua tanto a la pista de retorno como a la “sala de maquinas 1”, donde se encuentran los compresores que a su vez suministran el aire a toda la estación.
El agua necesaria para la producción de nieve artificial se acumula gracias al deposito de agua situado en la pista del bosque, hay una gran reserva y se puede estar varios dias produciendo sin parar, día y noche. Por las noches hay dos personas de guardia para que cuando hay temperatura pueda producirse sin parar hasta que entre el grupo de mañana.
La instalación y la producción es una labor muy costosa, así como las revisiones. Al final de temporada se hace una revisión general de cañones, compresores, bombas, limpieza de depósitos y sobre todo de los pistones de las válvulas, ya que llevan muchas juntas que se desgastan y pueden tener perdidas de agua.
Los nuevos cañones pueden llegar a producir hasta 30 m3 de nieve a la hora a una temperatura de entre -4°C y -6°C, siempre hablando de temperatura húmeda , que se obtiene relacionando la humedad relativa del aire y la temperatura seca, que es la que podría medir cualquier termómetro. Con un 100% de humedad la temperatura húmeda es igual a la seca, y según desciende la humedad, la temperatura húmeda también va descendiendo paulatinamente. En la foto se muestra una tabla de temperaturas secas, humedad y temperatura humeda en el ordenador de la sala de máquinas 1:
Las condiciones óptimas para la producción de nieve es de aproximadamente una temperatura húmeda de -2°C, a medida esta baje se puede hacer más y mejor nieve. Estos cañones, a una media de 5 m3/h podrían alcanzar los 50 m3 en una noche, un dato a destacar es que 1 m3 de nieve artificial equivale a dos de nieve natural.
La calidad de la nieve producida se puede regular para cada cañón. La calidad de la nieve es graduable en una escala de 0 a 10. A medida que bajas la calidad, se hace más nieve pero de peor calidad, esta nieve, mas húmeda, se suele usar a principio de temporada para hacer base. En la foto, algunos de los nuevos cañones en la pista del Testero:
Cuesta mucho más fabricar nieve con un cañón de alta presión , porque hay que suministrarle aire y agua, mientras que al de baja presión solo agua ya que el aire se lo produce el mismo mediante un ventilador y al de alta llega por un compresor, a parte lleva su mecanismo interno, que controla la apertura de la válvula y transmite los datos al ordenador central: m3 que esta produciendo, temperatura de trabajo, etc. En las siguientes imágenes podemos ver un cañón de baja presión y un detalle del ventilador interno:
Un cañón de baja es mucho mas caro pero se le saca más rendimiento, además que la mayoría de ellos son móviles y se les puede desplazar. Los cañones de baja presión son todo ventajas, con la salvedad del precio, que oscila entre los 30.000 y los 40.000€, mientras que los de alta cuestan unos 5000€. En la foto se muestra una linea de cañones de alta presión trabajando a pleno rendimiento en la pista del Retorno:
Los cañones pueden funcionan durante el día si la temperatura lo permite y hay necesidad de hacer nieve artificial, como muestran las anteriores fotos y la siguiente realizada desde la base de la estación:
Gracias a las máquinas pisapistas, a los cañones y sobre todo al personal humano que trabaja estos menesteres, podemos encontrarnos La Pinilla en condiciones óptimas todos los días. Esto es lo que el ojo no ve en una estación y en realidad estamos hablando de los auténticos trabajadores de la nieve.
Agradecimientos: A todo el equipo de La Pinilla y más en particular al equipo de pisapistas y encargados de cañones.
Fotos: Txolis y Freerider
Texto: La parte de cañones ha sido realizada por Txolis, mi más sincero agradecimiento.
De Freerider para Nevasport.com