, une las provincias de Ciudad Real y Toledo. Se trata de una subida de unos 8km, primero tendiditos y después con rampas de hasta el 13%. Como tiene una primera parte llana y cierto tramo admite ida y vuelta, se puede trazar un recorrido de unos 15km variados. El asfalto, aceptable. A mitad de subida y haciendo una especie de guiño al tiempo, encontramos las cuatro casas de la localidad de "El Avellanar". Es un anejo del pueblo toledano de San Pablo de los Montes. Sus diez o doce habitantes contemplan una biodiversidad perfectamente conservada. Bosque mediterráneo en estado casi puro. Por aquí no pasaron ni el "Richard" Costa, ni el Bigotes, ni el Camps, ni sus primos de Madrid, ni quienes justifican y protegen a los unos y a los otros. No es raro que un corzos te "saluden" mientras subes echando el bofe o que un lagarto ocelado te haga modificar la trayectoria de tus ruedas. Mientras asciendes el olor a jara y a romero y el sonido de los pájaros te hacen disfrutar de todos los sentidos. Muy de vez en cuando el estruendo de algún coche nos recuerda que estamos en el siglo XXI.
. Si quieres saber que es eso de los roller, puedes poner en el buscador de google por ejemplo, rollerski y te puedes pasar un buen rato.
. Mis padres conservan todavía casa muy cerquita de donde anduviste este finde. Allí pasé los veranos de mi infancia y mi primera juventud y quizá por ello tengo un especial cariño a esos parajes. Hay sitios preciosos a los que en efecto no va nadie. Creo que ambas cosas guardan relación.
