Pero diez metros es el transiberiano para el primer dia ....y alguna percha tiene mas mala leche que un mustangCita
Carl-Inox
Yo el primer día no me mantenía sobre los esquís más de diez metros, e incluso, incapaz de subir en la percha lo tuve que hacer andando. Un día muy jodido el primero.
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mazingerZ
Pero diez metros es el transiberiano para el primer dia ....y alguna percha tiene mas mala leche que un mustangCita
Carl-Inox
Yo el primer día no me mantenía sobre los esquís más de diez metros, e incluso, incapaz de subir en la percha lo tuve que hacer andando. Un día muy jodido el primero.
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Carl-Inox
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mazingerZ
Pero diez metros es el transiberiano para el primer dia ....y alguna percha tiene mas mala leche que un mustangCita
Carl-Inox
Yo el primer día no me mantenía sobre los esquís más de diez metros, e incluso, incapaz de subir en la percha lo tuve que hacer andando. Un día muy jodido el primero.
Aquella percha te cogía pr ls güevos y te oltaba cinco metros más allá. Era aterrizar y caer.
Luego no hubo ladera de San Isidro o Pajares que yo no bajara rodando.
Y hasta hoy, que no sé ya cuántas vueltas habré dado.
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Carl-Inox
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mazingerZ
Pero diez metros es el transiberiano para el primer dia ....y alguna percha tiene mas mala leche que un mustangCita
Carl-Inox
Yo el primer día no me mantenía sobre los esquís más de diez metros, e incluso, incapaz de subir en la percha lo tuve que hacer andando. Un día muy jodido el primero.
Aquella percha te cogía pr ls güevos y te oltaba cinco metros más allá. Era aterrizar y caer.
Luego no hubo ladera de San Isidro o Pajares que yo no bajara rodando.
Y hasta hoy, que no sé ya cuántas vueltas habré dado.
pero yo ya los distingo antes de ponerse los esquís.......
Afortunadamente son los menos........
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mazingerZ
Y lo digo porque , el año pasado, en Vallter, nos encontramos con un grupo de chavales que estaban empezando..... pero un par de ellos eran como autenticos sacos de patatas.
Hoy me he topado con otro chico de la misma edad [ veinteañero ] y me sorprendia lo incapaz que llegaba a ser para mantener un minimo de equilibrio, mas alla de los tres metros.
No se si sera porque algunos crecimos con el monopatin,bicicleta, moto..etc..... pero creo recordar que jamas fuy tan extremadamente patoso en lo mas esencial .
al final ha bajado en camilla
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mazingerZ
Y lo digo porque , el año pasado, en Vallter, nos encontramos con un grupo de chavales que estaban empezando..... pero un par de ellos eran como autenticos sacos de patatas.
Hoy me he topado con otro chico de la misma edad [ veinteañero ] y me sorprendia lo incapaz que llegaba a ser para mantener un minimo de equilibrio, mas alla de los tres metros.
No se si sera porque algunos crecimos con el monopatin,bicicleta, moto..etc..... pero creo recordar que jamas fuy tan extremadamente patoso en lo mas esencial .
al final ha bajado en camilla
(y a la sociedad entera)
]
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mazingerZ
....o alguien me imagina haciendo un pointe, echapé, developé en una aula de danza clásica?
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carolo
Tengo entendido que el conforero balsa sabe un montón de esto, a ver si hay suerte, lo lee y nos cuenta cosas
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paquetiyo
Mi primer día es inolvidable, lo recuerdo como si fuera ayer y permanecerá imborrable en mi memoria para siempre.
Me cantaron las alabanzas del esquí y especialmente lo fácil y divertido que era y convencido me llevaron a la Sierra.
Con la ropa que tenía por casa, las botas del amigo de un amigo y unos esquís precarvin de color rosa ¡ Rosas no te lo pierdas! con alegría para allá que fui, ingenuo de mi sin sospechar lo que me esperaba.
Me enseñaron la cuña y me dijeron: ahora ya puedes bajar por cualquier pista. ¡Una polla!
Me pasé el día mirando el reloj, porque aquello no se acababa nunca, me dolía todo el cuerpo y llegó un momento en que ya no me quedaban fuerzas ni orgullo para levantarme del suelo. Y luego estaban los pies ¡Ay los pies! Cuando me quité las botas me sentí como Santa Teresa: un puro éxtasis.
Al día siguiente no fui capaz de bajar del dormitorio a la cocina. Así tenía el cuerpo.
No volví, huelga decirlo y me pareció un deporte de masocas gilipollas; con posturas forzadas y artificiales, sobre unas cosas veloces y peligrosas y con los pies dentro de moldes de cemento. Peor imposible.
Años después me arrastraron de nuevo a la nieve con engaños. Pero esta vez no me pillan, pensé, y alquilé el equipo y ¡Oh sorpresa! todo era igual a como lo recordaba. Otra mierda de día. Tampoco volví.
Así pasaron años, pero mi amigo ( mal rayo le parta) que no cejaba, sabiendo que el paso del tiempo borra los malos recuerdos, me lió de nuevo.
Y entonces si. No se que es lo que pasó pero me enganché y ahora , por culpa de ese cabrón, no puedo dejarlo. Me gasto el dinero en material y forfaits; me paso el día leyendo Nevasport; los veranos (que antes me gustaban) ya no los disfruto tanto. Y lo peor de todo: madrugo y paso frío en mis días libres, pudiendo estar calentito en la cama.
¡Por estas que son cruces, Patxi cabrón, esta me la pagas!
Así que ya lo sabéis, no hay casos perdidos. Escarmentad en mis carnes, tiernas criaturas, y no empecéis con esto: es el invento del Maligno.
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paquetiyo
Mi primer día es inolvidable, lo recuerdo como si fuera ayer y permanecerá imborrable en mi memoria para siempre.
Me cantaron las alabanzas del esquí y especialmente lo fácil y divertido que era y convencido me llevaron a la Sierra.
Con la ropa que tenía por casa, las botas del amigo de un amigo y unos esquís precarvin de color rosa ¡ Rosas no te lo pierdas! con alegría para allá que fui, ingenuo de mi sin sospechar lo que me esperaba.
Me enseñaron la cuña y me dijeron: ahora ya puedes bajar por cualquier pista. ¡Una polla!
Me pasé el día mirando el reloj, porque aquello no se acababa nunca, me dolía todo el cuerpo y llegó un momento en que ya no me quedaban fuerzas ni orgullo para levantarme del suelo. Y luego estaban los pies ¡Ay los pies! Cuando me quité las botas me sentí como Santa Teresa: un puro éxtasis.
Al día siguiente no fui capaz de bajar del dormitorio a la cocina. Así tenía el cuerpo.
No volví, huelga decirlo y me pareció un deporte de masocas gilipollas; con posturas forzadas y artificiales, sobre unas cosas veloces y peligrosas y con los pies dentro de moldes de cemento. Peor imposible.
Años después me arrastraron de nuevo a la nieve con engaños. Pero esta vez no me pillan, pensé, y alquilé el equipo y ¡Oh sorpresa! todo era igual a como lo recordaba. Otra mierda de día. Tampoco volví.
Así pasaron años, pero mi amigo ( mal rayo le parta) que no cejaba, sabiendo que el paso del tiempo borra los malos recuerdos, me lió de nuevo.
Y entonces si. No se que es lo que pasó pero me enganché y ahora , por culpa de ese cabrón, no puedo dejarlo. Me gasto el dinero en material y forfaits; me paso el día leyendo Nevasport; los veranos (que antes me gustaban) ya no los disfruto tanto. Y lo peor de todo: madrugo y paso frío en mis días libres, pudiendo estar calentito en la cama.
¡Por estas que son cruces, Patxi cabrón, esta me la pagas!
Así que ya lo sabéis, no hay casos perdidos. Escarmentad en mis carnes, tiernas criaturas, y no empecéis con esto: es el invento del Maligno.
Cita
Esthercitagi
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paquetiyo
Mi primer día es inolvidable, lo recuerdo como si fuera ayer y permanecerá imborrable en mi memoria para siempre.
Me cantaron las alabanzas del esquí y especialmente lo fácil y divertido que era y convencido me llevaron a la Sierra.
Con la ropa que tenía por casa, las botas del amigo de un amigo y unos esquís precarvin de color rosa ¡ Rosas no te lo pierdas! con alegría para allá que fui, ingenuo de mi sin sospechar lo que me esperaba.
Me enseñaron la cuña y me dijeron: ahora ya puedes bajar por cualquier pista. ¡Una polla!
Me pasé el día mirando el reloj, porque aquello no se acababa nunca, me dolía todo el cuerpo y llegó un momento en que ya no me quedaban fuerzas ni orgullo para levantarme del suelo. Y luego estaban los pies ¡Ay los pies! Cuando me quité las botas me sentí como Santa Teresa: un puro éxtasis.
Al día siguiente no fui capaz de bajar del dormitorio a la cocina. Así tenía el cuerpo.
No volví, huelga decirlo y me pareció un deporte de masocas gilipollas; con posturas forzadas y artificiales, sobre unas cosas veloces y peligrosas y con los pies dentro de moldes de cemento. Peor imposible.
Años después me arrastraron de nuevo a la nieve con engaños. Pero esta vez no me pillan, pensé, y alquilé el equipo y ¡Oh sorpresa! todo era igual a como lo recordaba. Otra mierda de día. Tampoco volví.
Así pasaron años, pero mi amigo ( mal rayo le parta) que no cejaba, sabiendo que el paso del tiempo borra los malos recuerdos, me lió de nuevo.
Y entonces si. No se que es lo que pasó pero me enganché y ahora , por culpa de ese cabrón, no puedo dejarlo. Me gasto el dinero en material y forfaits; me paso el día leyendo Nevasport; los veranos (que antes me gustaban) ya no los disfruto tanto. Y lo peor de todo: madrugo y paso frío en mis días libres, pudiendo estar calentito en la cama.
¡Por estas que son cruces, Patxi cabrón, esta me la pagas!
Así que ya lo sabéis, no hay casos perdidos. Escarmentad en mis carnes, tiernas criaturas, y no empecéis con esto: es el invento del Maligno.
ajjajjajajajajjaa lo que me he reído paquetiyo...y al mismo tiempo me llenas de esperanza...
yo también lo he probado dos veces, y a cual peor...
has descrito mis recuerdos mejor de lo que lo hubiera podido hacer yo misma
pero este año, lo intento de nuevo, con una motivación diferente, con ganas de compartir esta afición con mi chico, que es un loco de este doporte, y con mis nuevos amigos los russians...
espero que como tú, en mi caso a la tercera también sea la vencida, y me enganche tanto y pueda ser yo la que dentro de un tiempo dé consejos y le diga a la gente que claro que se puede...
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paquetiyo
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Esthercitagi
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paquetiyo
Mi primer día es inolvidable, lo recuerdo como si fuera ayer y permanecerá imborrable en mi memoria para siempre.
Me cantaron las alabanzas del esquí y especialmente lo fácil y divertido que era y convencido me llevaron a la Sierra.
Con la ropa que tenía por casa, las botas del amigo de un amigo y unos esquís precarvin de color rosa ¡ Rosas no te lo pierdas! con alegría para allá que fui, ingenuo de mi sin sospechar lo que me esperaba.
Me enseñaron la cuña y me dijeron: ahora ya puedes bajar por cualquier pista. ¡Una polla!
Me pasé el día mirando el reloj, porque aquello no se acababa nunca, me dolía todo el cuerpo y llegó un momento en que ya no me quedaban fuerzas ni orgullo para levantarme del suelo. Y luego estaban los pies ¡Ay los pies! Cuando me quité las botas me sentí como Santa Teresa: un puro éxtasis.
Al día siguiente no fui capaz de bajar del dormitorio a la cocina. Así tenía el cuerpo.
No volví, huelga decirlo y me pareció un deporte de masocas gilipollas; con posturas forzadas y artificiales, sobre unas cosas veloces y peligrosas y con los pies dentro de moldes de cemento. Peor imposible.
Años después me arrastraron de nuevo a la nieve con engaños. Pero esta vez no me pillan, pensé, y alquilé el equipo y ¡Oh sorpresa! todo era igual a como lo recordaba. Otra mierda de día. Tampoco volví.
Así pasaron años, pero mi amigo ( mal rayo le parta) que no cejaba, sabiendo que el paso del tiempo borra los malos recuerdos, me lió de nuevo.
Y entonces si. No se que es lo que pasó pero me enganché y ahora , por culpa de ese cabrón, no puedo dejarlo. Me gasto el dinero en material y forfaits; me paso el día leyendo Nevasport; los veranos (que antes me gustaban) ya no los disfruto tanto. Y lo peor de todo: madrugo y paso frío en mis días libres, pudiendo estar calentito en la cama.
¡Por estas que son cruces, Patxi cabrón, esta me la pagas!
Así que ya lo sabéis, no hay casos perdidos. Escarmentad en mis carnes, tiernas criaturas, y no empecéis con esto: es el invento del Maligno.
ajjajjajajajajjaa lo que me he reído paquetiyo...y al mismo tiempo me llenas de esperanza...
yo también lo he probado dos veces, y a cual peor...
has descrito mis recuerdos mejor de lo que lo hubiera podido hacer yo misma
pero este año, lo intento de nuevo, con una motivación diferente, con ganas de compartir esta afición con mi chico, que es un loco de este doporte, y con mis nuevos amigos los russians...
espero que como tú, en mi caso a la tercera también sea la vencida, y me enganche tanto y pueda ser yo la que dentro de un tiempo dé consejos y le diga a la gente que claro que se puede...
No hagas locuras y déjalo mientras puedas, luego será demasiado tarde
Cita
Carme
Cita
paquetiyo
Mi primer día es inolvidable, lo recuerdo como si fuera ayer y permanecerá imborrable en mi memoria para siempre.
Me cantaron las alabanzas del esquí y especialmente lo fácil y divertido que era y convencido me llevaron a la Sierra.
Con la ropa que tenía por casa, las botas del amigo de un amigo y unos esquís precarvin de color rosa ¡ Rosas no te lo pierdas! con alegría para allá que fui, ingenuo de mi sin sospechar lo que me esperaba.
Me enseñaron la cuña y me dijeron: ahora ya puedes bajar por cualquier pista. ¡Una polla!
Me pasé el día mirando el reloj, porque aquello no se acababa nunca, me dolía todo el cuerpo y llegó un momento en que ya no me quedaban fuerzas ni orgullo para levantarme del suelo. Y luego estaban los pies ¡Ay los pies! Cuando me quité las botas me sentí como Santa Teresa: un puro éxtasis.
Al día siguiente no fui capaz de bajar del dormitorio a la cocina. Así tenía el cuerpo.
No volví, huelga decirlo y me pareció un deporte de masocas gilipollas; con posturas forzadas y artificiales, sobre unas cosas veloces y peligrosas y con los pies dentro de moldes de cemento. Peor imposible.
Años después me arrastraron de nuevo a la nieve con engaños. Pero esta vez no me pillan, pensé, y alquilé el equipo y ¡Oh sorpresa! todo era igual a como lo recordaba. Otra mierda de día. Tampoco volví.
Así pasaron años, pero mi amigo ( mal rayo le parta) que no cejaba, sabiendo que el paso del tiempo borra los malos recuerdos, me lió de nuevo.
Y entonces si. No se que es lo que pasó pero me enganché y ahora , por culpa de ese cabrón, no puedo dejarlo. Me gasto el dinero en material y forfaits; me paso el día leyendo Nevasport; los veranos (que antes me gustaban) ya no los disfruto tanto. Y lo peor de todo: madrugo y paso frío en mis días libres, pudiendo estar calentito en la cama.
¡Por estas que son cruces, Patxi cabrón, esta me la pagas!
Así que ya lo sabéis, no hay casos perdidos. Escarmentad en mis carnes, tiernas criaturas, y no empecéis con esto: es el invento del Maligno.
Cuesta creer que te engancharas, vista la experiencia.
La verdad es que aficionarse al esquí en este país es un sinvivir. Si volviera a nacer, ni se me ocurriría aficionarme a algo que se practica tan lejos de casa y es tan complicado.
Con lo fácil que es correr o ir en bici.
)....
Cita
paquetiyo
Cita
Carme
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paquetiyo
Mi primer día es inolvidable, lo recuerdo como si fuera ayer y permanecerá imborrable en mi memoria para siempre.
Me cantaron las alabanzas del esquí y especialmente lo fácil y divertido que era y convencido me llevaron a la Sierra.
Con la ropa que tenía por casa, las botas del amigo de un amigo y unos esquís precarvin de color rosa ¡ Rosas no te lo pierdas! con alegría para allá que fui, ingenuo de mi sin sospechar lo que me esperaba.
Me enseñaron la cuña y me dijeron: ahora ya puedes bajar por cualquier pista. ¡Una polla!
Me pasé el día mirando el reloj, porque aquello no se acababa nunca, me dolía todo el cuerpo y llegó un momento en que ya no me quedaban fuerzas ni orgullo para levantarme del suelo. Y luego estaban los pies ¡Ay los pies! Cuando me quité las botas me sentí como Santa Teresa: un puro éxtasis.
Al día siguiente no fui capaz de bajar del dormitorio a la cocina. Así tenía el cuerpo.
No volví, huelga decirlo y me pareció un deporte de masocas gilipollas; con posturas forzadas y artificiales, sobre unas cosas veloces y peligrosas y con los pies dentro de moldes de cemento. Peor imposible.
Años después me arrastraron de nuevo a la nieve con engaños. Pero esta vez no me pillan, pensé, y alquilé el equipo y ¡Oh sorpresa! todo era igual a como lo recordaba. Otra mierda de día. Tampoco volví.
Así pasaron años, pero mi amigo ( mal rayo le parta) que no cejaba, sabiendo que el paso del tiempo borra los malos recuerdos, me lió de nuevo.
Y entonces si. No se que es lo que pasó pero me enganché y ahora , por culpa de ese cabrón, no puedo dejarlo. Me gasto el dinero en material y forfaits; me paso el día leyendo Nevasport; los veranos (que antes me gustaban) ya no los disfruto tanto. Y lo peor de todo: madrugo y paso frío en mis días libres, pudiendo estar calentito en la cama.
¡Por estas que son cruces, Patxi cabrón, esta me la pagas!
Así que ya lo sabéis, no hay casos perdidos. Escarmentad en mis carnes, tiernas criaturas, y no empecéis con esto: es el invento del Maligno.
Cuesta creer que te engancharas, vista la experiencia.
La verdad es que aficionarse al esquí en este país es un sinvivir. Si volviera a nacer, ni se me ocurriría aficionarme a algo que se practica tan lejos de casa y es tan complicado.
Con lo fácil que es correr o ir en bici.
Hola Carme.
Esto es un poco parecido a los comienzos del fumador:: toses , vomitas , te mareas y te pones a morir. Y luego sin darte cuenta, no puedes dejarlo.
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Carme
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paquetiyo
La foto preciosa.
Supongo que de niño es todo más fácil.
Yo aprendí con mucha edad.
Y si, el tabaco es asqueroso.
De niño es igual de difícil.
La única diferencia es que el suelo es blando y los huesos son elásticos.
, al día siguiente me envalentoné, empecé con el paralelo, me caí y me hice sangre debajo de cada una de las uñas de las manos que estaban congeladas...pensé en pasar del esquí, pero cuando se calentaron las manos, me compré unos guantes guarripelos y una década más tarde, más enganchado que nunca.
