El viernes pasado llegué a la Cerdaña con unas locas ganas de esquiar. Llegué pasadas las 5, y como este año han hecho fija a la parienta me he atrevido a sacarme el forfait de temporada de las Neiges, por lo que voy a la Quillane, que sé que hacen esquí nocturno. En la primera suibida el teleski está sin vigilancia, me meto tranquilamente. Cuando vuelvo a cogerlo, el remontero me pregunta "¿de que club eres?" ¿como que de que club? Le enseño el pase de temporada y me dice que de eso nada monada, que han abierto esta noche porque la pista la ha alquilado un club de esquí, y que al público abren los sábados de 6 a 8 pero no vale el pase de las neiges y que el forfait nocturno vale unos 12 euros. Ya me iba cuando me dice "sube una vez más y ya está"
Todo un detalle, me cuelo -por primera vez en mi vida- y encima me deja otra bajada. Evidentemente, no volví a intentarlo.
La sensación, guapa, creo que repetiré alguna vez aunque pague un extra, vale la pena vivirlo.
Una cosa que me mosquea: me reconoció como cuerpo extraño por mi falta de estilo. Vale que la nieve estaba helada, pero ¡cómo eslaloneaban los chavalines, daba gusto verlos! Nadie llevaba identificación, me hecharon porque reconocieron que iba algo lento (no tanto, oye), derrapando y clavando cantos, en fin, yo que me creía alguien
y me sacan de una pista por malo
Bueno, nadie es perfecto.
¡Yo, que nunca he esquiado de noche, no contaba con eso! ¿Cómo haceis? Porque supongo que la sensación en los ojos es molesta: frío, lacrimeo....
