Lo ideal es una capa fina de prendas de algodón, vamos, lo que viene denominándose "pijama", aunque éste es fácilmente reemplazable por una camiseta y un pantalón ligero.
Si te sobra esta capa es porque el saco es más caliente de lo necesario y si te falta ropa es porque el saco no es lo suficiente cálido. Ambos casos son frecuentes en montañismo, dado que, solemos utilizar el mismo saco para todo. Lo conveniente, por tanto, es tener varios sacos para diferentes rangos de temperatura y, preferiblemente, todos de plumas, pues, el rango de temperaturas de confort que contemplan es más amplio que en los sacos de fibra.
Dormir con la piel en contacto con el poliéster, -la capa interior y exterior de la mayoría de sacos-, puede comprometer la transpiración natural de la piel y resultar incómodo en numerosas ocasiones. Es preferible para ello utilizar un saco sábana de algodón entre nuestro cuerpo y nuestro saco de dormir, o bien, utilizar directamente un saco de dormir de algodón.
Un saludo