La nieve más bien escasa marcó la ocupación en el Pirineo gerundense durante estas fiestas de Navidad, sobre todo en los alojamientos cercanos a las estaciones (La Molina, Masella, Vall de Núria, Vallter 2000 y Guils-Fontanera), que han notado la falta de esquiadores.
En cuanto al sector de la hostelería, las cifras de ocupación más altas se han registrado entre Navidad y Año Nuevo en las comarcas de la Cerdanya (Fontanera-esquí de fondo, La Molina y Masella) y el Ripollès (Vall de Núria y Vallter), que se han situado alrededor del 70 %.
A falta de cifras concretas, en Vall de Núria dondes durantes estos días se reciben sobre todo familias, que cada año deciden celebrar las fiestas de Navidad. Básicamente del área metropolitana de Barcelona y la valoración de la campaña es realtivamente positiva a pesar de no tener grosores importantes de nieve. "No tenemos todas las pistas abiertas, de las once tenemos cuatro, pero muchos usuarios han aprovechado para hacer otras actividades", explica a la prensa la relaciones públicas, Ruth Bover
En Vallter 2000, su director, Enric Serra, lo resume de la siguiente manera: "Se ha hecho lo que se ha podido con nieve y también sin nieve". Y es que cada vez se potencian más las actividades complementarias para ofrecer experiencias a los visitantes durante todo el año. Serra ha destacado la buena respuesta de público de las actividades programadas estos días, pese a no tener la estación a pleno rendimiento por falta de nieve.
En el caso del esquí, estos días han concentrado sus esfuerzos en la zona de debutantes -con tres pistas y tres remontes- y han hecho una campaña para atraer a nuevos esquiadores junto a las escuelas de esquí. Han tenido más de 500 niños inscritos. "Se ha promocionado el aprendizaje y ha ido muy bien", ha destacado Serra. La previsión es seguir haciendo temporada en las próximas semanas, muy pendientes de las precipitaciones de nieve en los próximos días.
En la estación de La Molina, aunque han notado un volumen inferior de visitantes en comparación con otros años, su director, Xavier Perpinyà, ha comentado que se ha podido "esquiar bien" y que también han funcionado las diversas actividades paralelas que se ofrecen. Así, ha dicho que han sido una Navidad "un poco rara en cuanto a precipitaciones", pero que las perspectivas de cara a enero serán buenas, teniendo en cuenta las nevadas de este fin de semana y las que se prevén para la próxima semana.
Durante las fiestas de Navidad La Molina ha estado ofreciendo el 20% del dominio esquiable y la mitad de los remontes y se ha podido realizar todo el abanico de actividades programadas, desde carreras y entrenamientos para los clubs, como otras propuestas de carácter más lúdico.
En una línea similar también hace balance la estación de Masella, que cierra estas fiestas con cifras por debajo de las de hace un año. Sin embargo, destacan que los trabajos de innivación con nieve producida han permitido garantizar el 100% de desnivel esquiable. También indicaron que el público que ha ido tenía muchas ganas de practicar el deporte blanco y que los establecimientos hoteleros situados a pie de pistas colgaron el cartel de completo.
Mejor en los Pirineos leridanos
Mejor han ido las ocupaciones en el Pirineo de Lleida, donde según los primeros balances se consiguieron las expectativas de ocupación turística, especialmente en los alojamientos cercanos a las estaciones de esquí. Así lo ha asegurado el vicepresidente del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juan Antonio Serrano, quien ha hecho una valoración positiva de los resultados. Entre Sant Esteve, festivo en Catalunya, y Nochevieja es cuando se han alcanzado los índices más altos hasta el 95%. Unas estaciones que en el caso de las de alpino han abierto en su gran mayoría pese a no poder ofrecer la totalidad de sus dominios por falta de nieve.
La máxima ocupación se ha dado del 30 de diciembre al 1 de enero, fin de semana de Año Nuevo, con cifras del 95%. A partir de entonces, según Serrano, de forma "lógica" ha habido un descenso, aunque en las zonas de esquí, sobre todo en Val d'Aran, se ha mantenido una ocupación elevada, superior al 90%. Durante el fin de semana de Reyes, se ha bajado hasta el 50% en la Val d'Aran y en el resto del Pirineo y conjunto de la demarcación hasta el 30%.
En cualquier caso, Serrano ha remarcado que han logrado las cifras que habían previsto antes de fiestas. Dos factores han sido claves; el calendario de cómo han ocurrido los festivos y el hecho de que la mayoría de estaciones de esquí alpino hayan sido abiertas. El buen tiempo con sol y temperaturas suaves también ha sido favorable, pero esto ha perjudicado al mantenimiento de la nieve en las pistas. Algunos complejos no han contado con las "condiciones suficientemente perfectas", ha destacado que la sensación que queda a pesar de todo es que quien ha querido esquiar "lo ha podido hacer".
Además, ha puesto en valor el trabajo que se hace desde las estaciones para mentirlas abiertas y las inversiones constantes para mejorar y aumentar la producción de nieve con resultados "tecnológicamente avanzados" .
Las Fiestas de Navidad terminan con la llegada de un cambio de tiempo que ha vuelto a llevar la nieve al Pirineo y las previsiones permiten augurar que la temporada mejorará en nieve y en afluencia.