Beaver Creek también se queda en blanco. Y no por las intensas nevadas que les están cayendo, sino que tal como pasó en Zermatt, se ha quedado sin poder organizar ni una sola de las carreras programadas para este fin de semana de Copa del Mundo de esquí alpino.
El Super-G de hoy ha sido cancelado a primera hora de la mañana (hora local), y no ha hecho falta ni que los corredores se preparasen. Los partes meteorológicos que manejan los jueces de carrera ya advierten que el viento no va a aflojar, y por tanto no solo impediría mantener el control en la carrera, sino que la visibilidad tampoco es buena al levantarse la nieve.
Tres de tres canceladas por tanto. Ni los dos Descensos programados para el viernes y sábado, ni hoy domingo el Super-G. La temporada de Copa del Mundo masculina tan solo ha podido disputar una carrera, el Slalom de Gurgl de la temporada pasada.
A las tres pruebas de Beaver Creek, se han de sumar los dos Descensos de Zermatt cancelados también por nevadas, y el Super-G de Soelden por furtes rachas de viento. A la FIS se le crea por tanto un problema, ya que tiene que reprogramar nada menos que seis carreras. Val Gardena ya ha dicho que acogerá una de ellas dentro de dos semanas. Todavía quedan otras cinco que recolocar.
Los velocistas, los especialmente damnificados de esta situación, ya que no han podido disputar ninguna carrera pese a que había seis programadas desde finales de octubre, no les queda otra que resignarse El austriaco Vincent Kriechmayr ha lamentado que,
"Por supuesto que estamos tristes, pero forma parte del esquí. No es ni la primera ni la última vez que se cancelan carreras. ¿Cómo se siente un deportista cuando está deseando empezar la temporada, pero todavía no hay carreras? El esquí es un deporte al aire libre y sabemos que dependemos del tiempo, por supuesto.
Intentamos ser positivos y centrarnos en las próximas carreras. Por la mañana hemos esquiado un poco y nos hemos preparado con ejercicios de fitness. No es difícil concentrarse, sea cual sea el pronóstico, siempre nos preparamos como si la carrera fuera a celebrarse".
Un gran número de personas ha luchado contra los elementos en la Birds of Prey de Beaver Creek