La temporada de esquí en Riksgränsen es particular. Empiezan a abrir a finales del mes de febrero, alguna vez incluso e primer fin de semana ya de marzo. Y es que durante gran parte del invierno, allí es de noche. Es poco antes de la primavera cuando el sol empieza a asomar, cada día un poco más, hasta que llega junio, y ya no desaparece prácticamente en las 24 horas.
Riksgransen lo celebra abriendo un par de telesillas y pisando algunas pistas. Pero desde la crisis sanitaria del COVID que no lo hacía. Este 2023 se han animado a recuperar el tan esperado esquí bajo el sol de medianoche.
Y es que no hay nada más único que poder hacerse unas bajadas a las 00h, pero con el sol sobre tu cabeza. Algo único que solo se puede lograr en esta parte del planeta, donde el sol no se va en prácticamente todo el verano, ni aparece en casi todo el invierno.
La estación abrió este año su temporada de esquí el 24 de febrero. Todavía siguen poniendo en marcha algunos remontes, e incluso este pasado fin de semana organizaron una competición de Banked Slalom. Dentro de unos días cerrarán, se darán un descanso de tres semanas y se prepararán para la temporada de verano, con un primer fin de semana de esquí.
Para el fin de semana del 22 al 25 de junio, pondrán en marcha sus dos telesillas. Primero de 10h a 15h, y luego a las 22h vuelven otra vez a hacer girar los asientos hasta las 00.30h. Lo justo para poder esquiar el solsticio de verano.
Riksgränsen, que en sueco significa "la frontera nacional" está cerca del Círculo Polar Ártico, al norte de escandinavia. Se esquia por allí desde 1903, cuando lograron extender una linea de tren hasta aquellas tierras. Aunque por regla general la gente llega en avión, todavía existe un tren que sale de Estocolmo por la tarde, y llega a primera hora de la mañana hasta la estación de esquí.
Es un viaje que hicieron generaciones de esquiadores suecos durante décadas, y que ahora parece volver a tener un nuevo impulso por la experiencia y porque se promueve un transporte sostenible. Además para quien le haya sabido a poco, siguiendo 40 minutos más en tren se llega a la población noruega de Narvik, la famosa estación de esquí por tener pistas donde se esquí mirando al mar y que ahora lucha con Andorra por organizar unos Mundiales de esquí en 2029.
Algunas de las pistas de esquí de Riksgränsen cruzan la frontera con Noruega, para luego volverse a adentrar en teritorio sueco.
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La 'Frontera Blanca' se despiera a partir de marzo, cuando el sol empieza a aparecer por aquella parte del planeta
