Llevaba Andrzej Bargiel nada menos que seis semanas aclimatándose y buscando una ventana meteorológica que le permitiese completar el proyecto de tratar de bajar esquiando el Everest y sin oxígeno. Pero el polaco se ha visto obligado a abandonar. La meteorología se ha interpuesto todo este tiempo y no solo no parece que vaya a cambiar en las próximas semanas, sino que se esperan fuertes nevadas y potentes rachas de viento.
Su objetivo era subir, y luego bajar esquiando el 'techo del mundo'. No era su primer intento. En 2019 se tuvo que dar por vencido después de que un enorme serac se mostrase inestable e inseguro.
Junto a Andrzej Bargiel, el equipo lo formaba el también alpinista Janusz Golab, también sin oxígeno. Su hermano Bartek Bargiel, el cámara español Carlos Llerandi y el fotógrafo Bartek Pawlikowski completaban el grupo, que además iban sin sherpas.
El equipo escaló varias veces para aclimatarse. De hecho intentaron atacar la cima el miércoles pasado, pero se tuvo que abandonar debido al fuerte viento. Andrzej Bargiel y Janusz Golab bajaron al Campamento Base 2 y allí esperaron tres días a que mejorara el tiempo que finalmente no ha dado tregua. Anteayer volvieron a la base.
La expedición llegó con su equipo a finales de agosto. Primero a Katmandú y luego hicieron la caminata de aproximación. Desde entonces se han hecho varias rotaciones con el intento de llegar a la cumbre.
El Everest ya lo esquió el italiano Hans Kammerlander en 1996. Pero no fue un descenso integral ya que en algún punto tenía que quitarse los esquís por la ausencia de nieve en algunos tramos de la parte alta.
La primera integral fue de Davo Karničar en 2000, pero usando oxígeno suplementario.
Aunque los días parecían propicios, las fuertes rachas de viento impedían el intento