Sin duda alguna el telesilla es hoy por hoy el remonte más común en las estaciones de esquí. Fue inventado en 1936 por Jim Curran, un ingeniero de la Union Pacific Railroad, que había recibido el encargo por parte de William Averell Harriman, Presidente de esta empresa ferroviaria e impulsor de Sun Valley (Idaho, Estados Unidos).
El éxito fue inmediato, y aquella silla de una sola plaza permitió no solo subir más cómodamente las montañas, sino que se pudo alargar la linea de los remontes, llevando más lejos a sus pasajeros. Una gran diferencia con el telesquí, que apenas podía transportar un centenar de metros a los esquiadores.
Pero ese mismo año de 1936, otro hombre, Harvey Gibson, quiso también crear su propia estación de esquí en su North Conway natal. Es una población de New Hampshire, encajada entre montañas y con buenas nevadas en invierno.
Gibson fue un hombre con ideas avanzadas y con buen ojo para los negocios. Se dio cuenta que en la estación de Jackson (New Hampshire), ahora llamada Black Mountain, se estaban dando clases de esquí al estilo europeo con menos problemas para sus alumnos que el formato americano. Convenció al propietario de esta escuela a que la vendiera y la montara en la nueva estación de esquí de Cranmore Ski Resort. Juntos abrieron las puertas de este centro invernal en la temporada 1936-1937.
Hasta ese momento la mayoría de pistas de esquí de los Estados Unidos solían ser estrechas y sinuosas. Gibson creó en Cransmore un concepto más europeo, en donde los trazados son más anchos y sin tantos giros. El éxito fue inmediato, y rápidamente se crearon colas los fines de semana
Gibson se dio cuenta entonces que tiene que colocar en Cransmore un sistema de transporte de esquiadores más eficiente, y que además sea cómodo para sus clientes, la mayoría acomodados, teniendo en cuenta que se trataba de una actividad destinada a gente con posibles económicos.
Harvey Gibson consultó con su amigo Averill Harriman, quien acababa de abrir la estación de esquí de Sun Valley. Le aconsejó que para tener una buena estación, construyera un buen sistema de transporte de esquiadores. Habiendo presentado apenas un año antes el primer telesilla del mundo, pensó que su invento acabaría colocado también en Cranmore, pero Gibson contrató a un mecánico local, George Morton, quien procedió a inventar un nuevo remonte.
Morton había participado en la construcción de uno de los primeros tranvías aéreos de Jackson en invierno de 1936, una especie de remonte que supuso una gran mejora con respecto al remolque de cuerda.
Finalmente se decidió por un remonte con transporte por suelo. Sobre una especie de tapiz rodante de madera, se colocaron 60 autos tirados por un cable bajo la rampa. Gibson nombró al nuevo ascensor "Skimobile", y el mundo del esquí conoció una nueva forma de transporte cuesta arriba.
La capacidad de transporte era muy limitada y los pasajeros necesitaban de la ayuda de personal para poder salir del 'skimobile'. Esto hizo que nunca llegase a desarrollarse mucho más, mientras que el telesilla empezaba a despegar como remonte preferido en las estaciones de esquí.
Pro con el paso de los años creció la popularidad por este remonte, y cuando se desmontó parte de este aparato, los Skimobiles fueron adquiridos rápidamente por diferentes personas y entidades. Una de ellas es "The Friends of Conway Rec. Inc" quién acaba de anunciar que pone a subasta dos Skimobiles, uno rojo y otro verde.
La subasta parte de los 2.000 dólares, con pujas incrementadas en 100 dólares.