Pero entonces llegó el COVID. Lo que parecía que en un principio quedaba lejos, se fue acercando poco a poco a Europa hasta que en primavera cogió impulso afectando ya a casi todos los países del planeta. Francia no quedaba al margen de la crisis sanitaria, y tampoco el Pirineo. Para cuando llegó la temporada de invierno el nuevo coronavirus se paseaba como quería por el viejo continente, así que Emmanuel Macron, junto a sus colegas de Italia y Alemania, lideró una cruzada para cerrar las estaciones de esquí.
En Gavarnie esperaron que pese a este contratiempo, podrían al menos organizar su prueba de Kilómetro Lanzado. Pese a que en Francia está totalmente prohibido poner en marcha todo aquel remonte que vaya suspendido por cable y que no haga servicio urbano, la estación francesa recibió la autorización de poner en marcha alguno de estos aparatos para poder acoger a los corredores más veloces del planeta sin ayuda de motor alguno.
Pero alguien en algún lado estaba emperrado en que allí no se iba a organizar prueba alguna. Así que el día 20, primer día del evento, una avalancha cayó sobre la pista de la carrera, lo que obligó a los técnicos y personal de Gavarnie-Gedre a emplearse a fondo para retirar la nieve y asegurar la zona.
Si el coronavirus ni un alud logró parar la voluntad de los organizadores, sí lo logró la meteorología. Durante los 3 días del evento, ha caído el cielo literalmente sobre Gavarnie. Nieve, lluvia, tormentas y rachas de viento. Ahora sí, a la tercera ha sido la vencida. Así lo han explicado los responsables de la propia estación de esquí en un largo comunicado publicado en las redes sociales, que demuestra el dolor que hay en el valle por haber tenido que tirar la toalla después de tantos meses de lucha.
Luego vino lo que nos afecta a todos, y nos ha impedido llevar una vida normal durante casi un año, el virus COVID 19, con sus consecuencias. Entre ellos, el cierre de remontes. En la desolación de no poder recibirte, teníamos en mente estas fechas como un rayo de esperanza. Del 20 al 24 de enero, el Mundial otorgado por la FIS. Por eso trabajamos incansablemente. Hemos preparado una pista para que los mejores esquiadores del planeta rompan récords. Era una locura para un área de nuestro tamaño y, sin embargo, lo hicimos ...
Con el comité organizador y el ayuntamiento hemos puesto en marcha un protocolo sanitario drástico, que la prefectura validó unos días antes de la llegada de los corredores. Se llevaría a cabo a puerta cerrada, fue decepcionante, claro, pero lo hicimos ... Y comenzó la semana. Dos días de formación bajo los mejores auspicios. Corredores felices de poder finalmente ponerse los esquís ... El miércoles, el viento arrasó nuestro hermoso telón de fondo. No fueron las condiciones para los récords esperados pero ayudó a clasificar la pista para recibir Copas del Mundo durante los próximos 5 años. La alegría de estar allí estaba en las caras de todos, lo hicimos ...
Luego llegaron los 3 días del Mundial. Con ellos la lluvia, la nieve y la tormenta. Ayer se organizaron activadores de avalancha para asegurar la zona de la carrera. Hasta el final, creímos que sería factible. Hasta el final, trabajamos para hacer posible esta competición. Después de dos días de anulaciones, lamentamos cancelar las carreras de mañana (domingo). No podemos luchar contra los elementos. Organizar una Copa del Mundo en Gavarnie-Gèdre este año, no lo hicimos ".