Kilian Jornet acaba de publicar en su cuenta de Instagram su último desafío. Bajó el barranco de Halls Renne, un tubo situado en las montañas de Romsdalshorn y a las que tiene un especial apego, ya que el año pasado por estas fechas utilizó el mismo escenario para competir contra Tom Erik, especialista en Salto Base. Se trata de ver quien llegaba antes al punto de inicio. Ambos salieron a la carrera hasta la cima. Al catalán tenía aquí la clara ventaja, pero en la bajada era el noruego, quien con sus 'alas' podía descender a toda velocidad. Finalmente fue Jornet el vencedor.
Pues en esas mismas montañas pero un poco más allá, en el barranco de Halls Renne, Kilian realizó la semana pasada su último desafío. Se trata de un tubo que como se puede ver es de una extrema dificultad. Para llegar tan solo hay que hacer un corto trayecto de unos 10 metros y un rapel de 30 metros más, según dice el propio atleta.
Se trata de una vía de grado 2 muy conocida en invierno... para hacerla en sentido ascendente!. Los escaladores de la zona suelen tenerla entre sus salidas de cada año. Tiene ese nombre en honor al danés Carl Hall, quien logró coronar el Romsdalshorn (en su séptimo intento) y que usó ese paso para llegar. Irónicamente cuando llegó arriba del todo, descubrió que 50 años antes un par de residentes de la zona ya habían dejado un monolito.
La bajada es estrecha, llena de 'tiburones' y muchas placas de hielo. Pero Kilian Jornet salió indemne de este desafío y lo pudo contar mientras ya debe estar pensando cual debe ser su próximo reto. Mientras tanto, os dejamos aquí el video que ha publicado en su cuenta de Instagram.