Acaban de hablar con él Altaveu de Andorra, donde en una extensísima entrevista ha explicado el por qué aceptó este puesto, cual fue su largo proceso hasta que se lo dieron, y cuales serán sus estrategias de futuro con Grandvalira.
Moreno explica que el proceso se llevó en el más absoluto secreto, sin desvelar el nombre de la empresa o el destino hasta varios meses después de su primera contacto con un 'head hunter'. Ni siquiera sabía desde que país le buscaban. Y cuando supo que era Andorra y para llevar la estrategia comercial de una gran estación de esquí, lo primero que pensó fue "aquí me retiro", "no me van a sacar ni con agua caliente".
Y es que el nuevo Director de Grandvalira se revela como un empedernísimo aficionado al esquí, aunque irónicamente nunca había estado en este gran dominio andorrano. Afirma que como madrileño, siempre se decantó por ir a Baqueira Beret, y que cuando conoció la estación andorrana, no solo se preguntó como es que no había venido nunca, sino que viendo el tiempo que se tardaba en llegar desde la capital de España, uno de sus primeros objetivos era meterse más de lleno en el mercado madrileño.
Aunque ha entrado en el peor momento de la historia de Grandvalira, afirma mantener la ilusión por esta próxima temporada, en la que asegura sin tapujos que empezará pronto "porque tengo una flor en el culo y caerá un paquetón en Noviembre".
No obstante asegura que queda por delante tres años de temporadas anómalas hasta que se vuelva a estabilizar este tipo de turismo y que eso hace que estén trabajando en nuevas ofertas adaptadas a esta situación temporal. Eso si, lo que no se va a escatimar es en oferta esquiable. Se abrirá todo en cuanto las condiciones sean las idóneas, y se dará al cliente todo aquello por lo que lleva pagando desde hace años: más de 210 km de pistas de esquí (además de las de Ordino-Arcalís), tal como asegura en la amena entrevista del Altaveu.