Es el caso del grupo sueco Skistar, propietario de varias estaciones de esquí entre su país y Noruega. Acaba de anunciar que ha comprado dos motos de nieve totalmente eléctricas a la empresa canadiense Taiga Motors. Durante esta próxima temporada se dedicarán a hacer pruebas y si son satisfactorias, irá sustituyendo las que tiene actualmente de gasolina por estas otras. En total tienen 160, y las irá cambiando a medida que sea necesario.
Per Granås, responsable de comunicación de Skistar, comentaba que,
“Esta es una de las muchas iniciativas que tomamos para salvaguardar nuestra increíble naturaleza. Reducir los niveles de ruido y el consumo de gasolina beneficia tanto a nuestros clientes y esquiadores, como a nuestros empleados, pero también reduce el impacto ambiental en la montaña.”
Las motos de nieve de Taiga Motors están fabricadas desde cero para funcionar con energía eléctrica, por tanto no se trata de scooters de gasolina reconstruidos. Cada una de ellas cuesta unos 15.000 dólares y el fabrcante afirma que los costes operativos son de 0.02 euros por kilómetro.
Skistar es el mayor operador de estaciones de esquí del norte de Europa, y el segundo mayor de nuestro continente (tras la francesa Compagnie des Alpes). Gestiona en propiedad el complejo invernal de Are, donde se han disputado dos Mundiales, entre ellos el de 2019. También son suyas en Suecia, Sälen, Vemdalen y Hammarbybacken (dentro de Oslo). En Noruega cuenta con Trysil y Hemsedal. En 2015 compró St. Johan in Tyrol, en Austria. También es uno de los máximos accionistas del nuevo aeropuerto Scandinavian Mountains Airport, que se inaugurará esta temporada y pretende ser un nuevo hub europeo del turismo de los deportes de invierno.