Las bombas pueden estar en cualquier lugar del estado, pero especialmente a ambos lados de la zona llamada Continental Divide. Un equipo del Servicio de Transporte de Colorado ya ha salido a la búsqueda de esto artefactos. Cuando los 'cañoneros' las lanzan, tratan de geolicalizar el lugar del impacto. Si no hay explosión se apunta el lugar exacto para una vez llegue el deshielo, los artificieros accedan a la zona para recogerlas.
En principio ellos deberían llegar antes que los excursionistas, pero por si acaso las autoridades han lanzado la advertencia. Y es que puede ocurrir que alguna de estas bombas estén enterradas en la nieve y aparezcan más tarde. Son de color amarilla, azul o naranja según el Departamento de Transporte de Colorado, que añade que se parecen a pequeños torpedos.