La empresa solicitó el permiso en otoño y no ha sido hasta ahora que el INAGA le ha aprobado la solicitud, aunque con recortes respecto a las rutas presentadas en un principio. El objetivo es poder ofrecer esta actividad pero evitando lugares y áreas críticas para la fauna, especialmente el quebrantahuesos y el urogallo, así como los espacios naturales protegidos donde se restringe el vuelo de aeronaves como por ejemplo las zonas de glaciares o el área periférica del Parque Nacional de Ordesa.
Aunque en España no se delimitan los puntos de aterrizaje como sí pasa en los Alpes, el solicitante si debe detallar los itinerarios y zonas donde quiere operar. En el caso de Altituderides fueron 29 rutas, muchas de las cuales han sido recortadas o denegadas.
Los clientes de este nuevo servicio de Heli-ski, el segundo en España después del que otra empresa ofrece en la Val d'Arán, podrán hacer descensos que discurren por la cabecera del río Cinca, en los municipios de Bielsa, Plan y Tella-Sin, y más concretamente en los valles de Trigoniero, río Real, Barrosa, Pinarra y macizo de Punta Suelza. La mayoría discurren sobre la carretera A-138, en la vertical del túnel Bielsa-Aragonuet. Precisamente, la comarca del Sobrarbe es la única del Pirineo sin estaciones de esquí alpino según recuerda El Heraldo de Aragón.
Eso si, por donde podrá descender cada persona ya es libre aunque sujeto a las condiciones de seguridad, de la misma manera que pasa cuando sube alguien con sus propios esquís de montaña y luego escoge su ruta para bajar. Los vuelos irán acompañados de un guía que decidirá por donde ir en función de las condiciones de la nieve, el riesgo de aludes y el nivel del grupo.
Las actividades en esta zona, habitual para los esquiadores de travesía, se realizarían entre el 1 de diciembre y el 30 de abril, con un máximo de 4 días a la semana, en función de las condiciones del tiempo y con un límite de 20 personas por grupo, incluidos guías.