Vail Resorts vendió Arapahoe Basin a una empresa minera canadiense propietaria de una familia muy aficionada a los deportes de nieve. Lo primero que hicieron fue invertir fuertemente en nieve artificial, logrando desde entonces que casi cada temporada abran los primeros en una sana batalla con su vecina Loveland Ski Area.
Al mismo tiempo acordaron que aunque las dos estaciones perteneciesen a dos empresas distintas, A-Basin entraría dentro del forfait Epic Pass. Y así han estado todos estos años sin problemas, hasta que los de Vail Resorts han crecido tanto, que ahora llegan a la estación de Arapahoe tantísimos esquiadores de tantos puntos de Norteamérica, que los aparcamientos se han saturado y es muy frecuente ver largas colas en sus telesillas de acceso.
Como ya tuvo que hacer hace cinco años Eldora, ahora Arapahoe Basin y por la misma razón, tiene que dar por terminado el acuerdo para dar una calidad y comodidad a sus esquiadores. La estación, una de las más altas de Norteamérica con gran parte de su dominio esquiable por encima de los 3.000 metros de altura, está muy bien considerada por una comunidad de esquiadores que acude a las pistas todo el invierno, apurando cada día de apertura, tanto a principio como al final.
Arapahoe Basin no obstante está trabajando para crear un forfait conjunto con otras estaciones de cara a la temporada próxima. Porque si algo se está caracterizando Norteamérica en estos últimos años, es que los esquiadores y snowboarders se están acostumbrando a tener ya pases de temporada con acceso a varias estaciones invernales.